Las cifras actuales ya dan cuenta de la grave crisis que vive el derecho de asilo en España. En el primer semestre de 2008, las solicitudes han descendido un 43,48% respecto al mismo periodo del año anterior (de 4.177 a 2.361 personas). El 52,19% de las peticiones han sido inadmitidas a trámite, ni siquiera llegan a ser estudiadas en profundidad y sólo se ha otorgado protección a 123 personas, un 5,03% del total de las resoluciones firmadas por el Ministro del Interior. Aún así y con las cifras actuales el Ministerio de Interior trabaja en la Reforma a la Ley de Asilo para incorporar la directiva europea con la intención de armonizar el conjunto de los países miembros.
Mauricio Valiente, Portavoz de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), una de las ONG más critica con la reforma, considera que, de aplicarse, se reducirían las vías para solicitar asilo porque, señala:
-Desaparece el papel del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que otorga el informe favorable cuando se da la expulsión al país de origen.
-Se debilita el papel de las organizaciones sociales y se diluye el del abogado de oficio.
-Se suprime la opción de representaciones diplomáticas, es decir, se dejaría de solicitar asilo en terceros países, en el caso de los colombianos en Panamá, Venezuela, Ecuador, Costa Rica donde ya hubiera una población refugiada y pidiera su reasentamiento en España.
-Los plazos para el estudio de las solicitudes en frontera se ampliarían de 6 a 20 días, lo cual preocupa porque las personas permanecerían retenidas en las zonas internacionales de los aeropuertos en condiciones muy difíciles. En teoría la ampliación supondría un mayor tiempo para estudiar los casos pero conociendo, dice Valiente, la práctica española se trata sobretodo de una medida disuasoria porque la detenciones en aeropuertos son traumáticas.
En definitiva el proyecto supone un retroceso. Por ello CEAR va a mantener reuniones con los grupos parlamentarios para intentar modificar el borrador y corregir los aspectos más preocupantes del texto antes de que entre en análisis y se apruebe en febrero o marzo próximo.
Informe
El Informe 2008 de CEAR aporta pruebas sobre las crecientes dificultades de los refugiados para acceder a la protección. A finales del pasado año experimentaron una sensible modificación los criterios de valoración de la admisión a trámite de los solicitantes colombianos en el aeropuerto de Barajas que maneja la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) del Ministerio del Interior. Esto originó que en el último trimestre centenares de solicitantes de asilo fueran repatriados, mientras continuó el exilio de miles de refugiados colombianos a los países vecinos.
Aumenta el porcentaje de las inadmisiones
En 2007,se produjo una notable caída del porcentaje de admisión a trámite de solicitantes de asilo puesto que, del histórico 58,28% de 2006, se pasó al 45,56%, un índice que, sin embargo, fue superior al de 2005 (42,93%). La OAR rechaza la mayoría de las solicitudes de asilo porque el solicitante no alega ninguno de los motivos que dan lugar al reconocimiento de la condición de refugiado o porque su solicitud se basa en hechos, datos o alegaciones inverosímiles o falsas.
Situación angustiosa
La mayoría de los colombianos que se encuentran en el Centro de Acogida al Refugiado (CAR) de Vallecas lamentan la situación tan angustiosa que están padeciendo. La espera para que se les admita a trámite la solicitud de asilo o esperando alguna resolución favorable tarda hasta un año. Desde el punto de vista social las personas de los CAR, apuntaValiente, son lamentables, porque no tienen trabajo y están en una situación muy vulnerable.
Andrea (nombre ficticio), natural de Cali, llegó a Barajas en febrero pasado, por persecuciones y amenazas de la guerrilla que quería reclutar a sus dos hermanos menores de 14 y 17 años. Ingresó a España gracias a la mediación de ACNUR, pero se lamenta de que, aunque se les garantice la asistencia, no sabe si es mejor o peor que le hayan permitido entrar a España, para luego estar en una situación desesperante por no saber siquiera si le van a admitir a trámite la solicitud de asilo. “En el tiempo que llevo en el CAR de Vallecas sólo he conocido un caso en el que se otorgó el asilo. Si no me admiten la solicitud a trámite no sé qué voy a hacer con mis dos hermanos y mi hija una vez que se cumpla el tiempo máximo de estancia. Me quedaré sin asilo, sin permiso de trabajo y residencia, sin trabajo y sin un lugar donde vivir”.
Karina, (nombre ficticio), su esposo y sus dos pequeños hijos, que llegaron al CAR en noviembre del 2007, dice, acongojada: “He sentido agonizar porque no sabía que tenía que esperar tanto tiempo para que se me respondiera”. La espera es angustiosa porque si quieras trabajar no puedes porque lo primero que te piden son papeles.