Este año la ayuda monetaria para la integración de los extranjeros se ha reducido en un 30 por ciento. Así lo aprobó el Consejo de Ministros el viernes pasado lo que ha provocado la ira de las distintas comunidades autónomas y ayuntamientos que ven en esto un problema para seguir brindando la misma atención a los foráneos.
De los 200 millones de euros que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó el año pasado se ha pasado 141 millones. Muchos políticos no han tardado en poner el grito en el cielo criticando la medida como algo “inaceptable e incomprensible” o “incoherente e indignante” ya que justamente en estas épocas, en las que los extranjeros, al igual que los nacionales sufren la crisis, es cuando más ayudas deberían recibir.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, decidió recortar 70 millones del plan de ahorro presupuestario que se tenía para España, de ese recorte 59 millones han sido quitados a los extranjeros.