En la cinta Cosas insignificantes que se encuentra en la cartelera española, Bárbara realiza un papel cargado de sentimientos. De la frivolidad en el que vive su personaje, pasa de pronto a una situación límite en la que se da cuenta de que lo material no lo es todo en la vida. Bárbara nunca ha sido así, ella, dice, siempre le ha dado mucha importancia a las personas.
Cuando le llegó el guión de este filme no dudó en aceptarlo ya que se trataba de un nuevo registro en su carrera. Todo marchaba sobre ruedas hasta que por cuestiones económicas hubo un receso en la grabación. Ese tiempo lo aprovechó para hacerse una revisión médica completa. El médico fue claro, le habían detectado un cáncer en el cuello del útero y había que operar. «Fue duro recibir la noticia, porque a los 29 años que te digan que tienes cáncer, pues no está padre. Me operaron pero felizmente no fue necesario la quimioterapia ni fue tan dramático», dice de aquellos momentos. Superada la enfermedad la película se reanudo y Bárbara llegó con otra visión, «cargada de sentimientos que me funcionaron, quizás, para interpretar mejor mi papel de Paola».
Aunque la actriz nació en Uruguay se trasladó desde muy pequeña a México. Allí fue donde despegó su carrera artística. Mientras trabaja como mesera en un local a los 14 años, uno de los clientes le ofrece trabajar como modelo. Fue así que se introdujo al mundo de las pasarelas en el que su exótica belleza y sus ojos verdes hipnotizadores, la hicieron destacar rápidamente. Tras cursar estudios de actuación debuta en 1997 en la telenovela Al norte del corazón. A partir de allí su carrera televisiva va en ascenso.
La incursión en el cine de Bárbara se da en el 2000 cuando participa en la cinta Inspiración. Luego es solicitada en Chile para la película Pretendiendo para posteriormente protagonizar La Mujer de mi hermano, cintaba basada en la novela del escritor peruano Jaime Bayly y en la que comparte protagonismo con los galanes Christian Meier y Manolo Cardona. Su más reciente travesura en la pantalla grande ha sido participar en una película de Bollywood llamada Kites (cometas).
Esta cinta fue dirigida por el destacado director Anurag Basu y además de Mori, la protagoniza el galán indio de moda: Hrithik Roshan. El filme fue grabado en Estados Unidos y en Bombay. «Me tocó la oportunidad de trabajar en una producción cien por cien de Bollywood. Es una historia tipo Romeo y Julieta pero muy actual. Una mexicana se enamora de un hindú en Las Vegas y como ciertas personas no admiten eso los empiezan a perseguir. Fue una experiencia maravillosa», afirma de su paso por el cine de la India. Aclara que aunque la cinta no tenga mucho baile, tuvo que hacer una que otra escena con los clásicos bailes que llevan estas cintas.
En la pantalla chica Bárbara o Barby como la llaman sus admiradores, ha participado en telenovelas como Azul tequila, Súbete a mi moto, Mirada de mujer el regreso o Amor descarado. Pero el papel que le dio un mayor reconocimiento internacional fue su protagónico en Rubí. Esta telenovela mexicana fue muy seguida en dicho país y sus derechos fueron comprados por televisiones de varios países, como Antena3, que no dudó en programarlo al culminar Pasión de Gavilanes.
Su ímpetu por lo audiovisual la llevaron a crear, hace dos años, una productora con la que tiene muchos planes. El primero es la película Caída libre que en estos momentos, explica Bárbara, se encuentra en la fase de pre producción, pero no duda que las grabaciones se inicien antes de fin de año en México. Esta sería, explica, su primera incursión en la pantalla grande pero desde el otro lado de la cámara.
En el plano amoroso Bárbara, madre de un niño de ocho años, tuvo una relación durante dos años con el diseñador y actor mexicano José María Torre (ex pareja de Paulina Rubio), con quien terminó recientemente. Según algunos medios de prensa de su país, a finales de abril se la vio muy cariñosa con su antiguo novio el colombiano Manolo Cardona. «Manolo estuvo en México y cenamos con unos amigos. Entre nosotros hay un cariño inmenso, es un gran ser humano. Nos abrazamos para despedirnos y luego alguna prensa dijo que regresamos, pero no. El tiene su novia y yo estoy feliz soltera. Nunca había estado sola, así que estoy disfrutando mi soledad al cien por ciento». Lo dicho.