La agencia de viajes Interoceánica ubicada en el Puente de Vallecas cerró sus puertas el jueves pasado y dejó sin billete de avión a más de cincuenta personas, quienes decidieron hoy presentar una denuncia ante el Juzgado ya que nadie les da razón por los pagos que hicieron.
Paulina Núñez es una de las afectadas. Ella separó siete billetes de ida a Quito ya que su familia había decidido retornar definitivamente a su país. De ellos sólo su hijo mayor pudo viajar en julio pasado, el resto de los familiares lo haría el 06 de septiembre. “Mi esposo dejó de trabajar hace unos días ya que había que arreglar todo para nuestra partida. Yo estoy embarazada de seis meses y no trabajo y ahora la agencia cierra sus puertas y nadie da la cara”, se queja en la puerta del local.
Según cuenta al pagar los billetes le dieron un localizador de viaje, que ella confiada, no verificó de inmediato. Sin embargo al consultar luego con la aerolínea, le dijeron que los billetes sólo estaban “reservados”, mas no habían sido pagados.
William Martínez nos cuenta que un día antes de que cerrara la agencia estaba en la carretera llevando a su sobrina Hilda Tanta al aeropuerto, alrededor de las 21 h. ya que su vuelo a Lima salía a la medianoche. Antes de llegar al aeropuerto recibió una llamada de una comercial de la agencia quien le indicó que su vuelo se había cancelado. La explicación que recibieron, cuenta, fue sorprendente. “La señora nos dijo que se debía a un “error humano” ya que en lugar de apretar el botón de “pagado”, apretó el de “cancelado”. Eso nos pareció extraño ya que le habíamos pagado 1080 euros en abril y ¿cómo recién ella iba a separar el billete?” se pregunta indignado William.
Ya que a su sobrina le urgía viajar para el cumpleaños y graduación universitaria de su hija tuvo que acudir a otra agencia para comprar otro pasaje. La última persona que sufrió la presunta estafa llegó el mismo día en que la agencia cerró sus puertas -jueves 30 de julio- y pagó 500 euros para separar su billete. De allí no supo más.
Aunque insistieron llamando por teléfono a un número que la misma agencia pegó en unos carteles, nadie les ha dado la certeza de que tendrán sus billetes (algunos ya debieron de haber viajado) ni que se les devolverá el dinero. Por ello han decidido unirse para demandar judicialmente a Interoceánica ya que según comentaron, el propietario habría hecho la misma jugada en otras agencias de su propiedad que abría a nombre de diferentes personas.