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Talento boliviano en el mundo de la estética

Margot Callau lleva 27 años de experiencia haciendo más bellas a las mujeres. En el mundo de la estética domina todos los pasos: micropigmentación en cejas y labios, masajes reductores, peluquería… Ha estudiado a conciencia y con talento en Río de Janeiro (Brasil), Buenos Aires (Argentina) y Miami (Estados Unidos). Está inscrita en la Federación de esteticistas Española y posee la Licencia especial en España para realizar trabajos de micropigmentación tras haber realizado el curso correspondiente curso así como la licencia de Higiene y Sanidad. “Lo mío es la belleza integral: peluquería, estética. Eso sí, me gusta más la parte de la estética, no de la peluquería. Me gusta más trabajar con la piel, los masajes, tratamientos de manchas, de acné, masajes reductores, localizados, aromaterapia, reflexología, micropigmentación definitiva de cejas, líneas de ojos, labios. Estudié en Brasil y en Miami, donde hice cursos de estética integral, masajes, micropigmentación. Me encuentro apta para poner cualquier negocio en España”, nos cuenta.
Margot nació en Santa Cruz de la Sierra y, un buen día, decidió que tenía que hacer mucho más. El camino de la estética fue el elegido. En España ha trabajado en diferentes salones de belleza hasta que, recientemente, decidió abrir su propia empresa de estética. Margot, asimismo, fue una de los miembros del Jurado del último certamen Miss Bolivia España 2009. Precisamente una de las candidatas en este concurso fue la también boliviana Carla Inés Martínez Castro. Ella llegó a España con once años junto a sus padres. A sus 17 años Carla es también mucho más que un rostro bonito. Como Margot, quiere que todas las mujeres puedan lucir sus encantos resaltando, sobre todo, los ángulos bellos de sus rostros. Carla estudió peluquería cuando tenía apenas 14 años, simultaneando el curso correspondiente con sus estudios de Secundaria. Rápidamente obtuvo el título de Oficial en peluquería. Y durante los meses de práctica trabajó directamente con personas, desplegando una técnica que evidencia su talento. “Un oficial de peluquería hace de todo: lavar, cortar, teñir, peinar, etc. Desde pequeña me gustaba peinar, por ejemplo peinaba a mi mamá. Un día mi mamá me dio la sorpresa y me dijo que quería que estudie peluquería ya que tanto me gustaba. En tres meses aprendí todo. Tuve dos años de práctica, ya no practicaba en muñecas sino que atendía a personas en la peluquería” narra Carla, emocionada y dispuesta a seguir con su carrera en el mundo de la estética.

Estética en todos sus frentes
Y la casualidad (o el destino) ha querido que los caminos de Margot y de Carla se crucen. En el concurso de belleza en el que Carla fue candidata y Margot jurado no llegaron a entablar relación. Pero hace poco Margot atendió a una clienta que resultó ser la madre de Carla, Lidia Castro. Y salió el tema. Lidia alaba el trabajo de Margot no sólo por el resultado visible en su rostro sino también por la pulcritud de su trabajo y de su equipamiento: “Desde luego todo esta uy bien equipado, limpio, pulcro. Su calidad es de primera. Y en cuanto a mi rostro la gente me pregunta qué me he hecho que he mejorado mucho. Estoy muy contenta”.
Ahora Margot y Lidia planean poner conjuntamente un salón de belleza. Margot se encargará de la estética de cuerpo y cara y Carla sería la encargada de peluquería. “Carla es muy creativa y hace muy bien el trabajo” señala Margot. Y tiene en qué basarse. Lidia no es sólo una modelo del trabajo talentoso de Margot en el terreno de la micropigmentación de cejas y labios. También, al elaborar este reportaje, llevaba corte y peinado obra de la mano de Carla, su hija.El talento boliviano se une para resaltar la belleza boliviana y latina en general.

Clientela internacional
Margot Callau lleva dos años trabajando en el mundo de la estética en España. Sus clientas básicamente proceden de Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay y España. Si bien la mujer lo que quiere en general es verse bien, Margot puede contar un sinfín de detalles que diferencian el gusto por nacionalidades. Por ejemplo las españolas, cuenta, “quieren la boca grande, como “Angelina Jolie”. Nada que ver con las preferencias de muchas latinas.

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