Perú fue el único país que contó con dos vuelos fletados ya que la mayor parte de afectados eran de esta nacionalidad y gracias a gestiones de la Embajada del Perú en España. Sin embargo la desinformación y el desorden dejó en tierra incluso a peruanos que, según Fomento, tenían “prioridad”: pasajeros con niños, personas con billete para la semana de Navidad así como ciudadanos que viven fuera de Madrid. Volaron los que tuvieron suerte. De nada valió que a muchos Fomento les indicara que fueran a Barajas el 26 a las 6 a.m., cuatro horas antes del despegue. María Bazurto (Huancayo), tenía pasaje para el 25 de diciembre para ella y sus dos pequeñas hijas –una bebé de siete meses y una niña de diez años, Cira y Jocelyn- pero nunca le contestaron los teléfonos habilitados al efecto por Fomento. La familia pasó dos noches en Barajas; llegaron desde Cataluña y no tenían dónde quedarse. Alicia, de siete años, se quedó junto a su mamá, Magaly Carmen (Lima). Les dijeron que fueran a Barajas el 26 –día en que partía el segundo y último vuelo a Lima- a las 6 a.m., cuatro horas antes del vuelo y, aunque llegaron mucho antes y pasaron la noche allí, tampoco lograron sitio. “Hay mucha información contradictoria. Nos pelotean.”, señaló Magaly. María Eugenia Valle (Chiclayo), vive en Sevilla. Aunque durmió en Barajas desde el 24 no logró cupo en el vuelo del 26. Tampoco consiguió que le respondieran los teléfonos de Fomento. Fue a la oficina indicada y puso la reclamación correspondiente, pero nada.
Gustavo Palomino, residente en Lérida, también pasó inútilmente dos noches en el aeropuerto
madrileño. Entre otros peruanos que perdieron la segunda y última oportunidad de vuelos fletados también estaban Leoncio Torres Paredes; Wilder Peña; Juan Ramírez; Juan Antonio Román; Froilán Jacinto; César Malca; Celena Camero Pinchi; Érika Quinchíz Gutiérrez; Cleri Enrique; Yimi Rafael Espinoza Correa y Francisco Atoche.
Desalojados
En el País Vasco vive Domitila Mamani (Lima). Llegó a Barajas el 25 porque Fomento le dijo que fuera a Madrid para viajar en el vuelo del 26, pero resultó un engaño. El 26 el ministro de Fomento, José Blanco, anunció que no habría más vuelos fletados y dirigió a los afectados a sus respectivos consulados. El 27, de madrugada, la policía española desalojó por la fuerza a los que aún permanecían en Barajas. Domitila, zarandeada por los agentes, sufrió una crisis de ansiedad en el operativo; Rosario Zanabria, presidenta de ARI Perú, se interpuso y logró que la policía soltara a su compatriota.
Todos tenían su drama y su necesidad particular de llegar al Perú: hijos pequeños esperándoles, padres en estado grave o el deseo intenso de compartir sus escasos días de vacaciones con sus familias. Casos similares a los que sufrieron centenares de ecuatorianos y colombianos, las otras dos nacionalidades más afectadas.