De 2002 a 2007 Noemí Sanín fue la embajadora latinoamericana en España probablemente más popular y más conocida. Representando a su país, Colombia, participó en innumerables actos culturales y económicos. Muchos pensaban que siempre tuvo en la cabeza la presidencia de su país, aquella que le arrebató Álvaro Uribe en unas elecciones en las que ella quedó en cuarto lugar. Uribe le ofreció la embajada de Madrid como premio consuelo al que ella, no obstante, sacó el mayor rédito que pudo para hacerse cada vez más conocida. Esta semana Sanín fue elegida para representar al Partido Conservador como candidata presidencial en las elecciones que tendrán lugar el próximo 30 de mayo.
Abogada y economista, Sanín no aparenta sus 60 años de edad gracias a su belleza y, quién sabe, seguramente a algún que otro retoque. Además de embajadora en España también ha sido ministra de Comunicaciones (1983); la primera mujer colombiana en situarse al mando del Ministerio de Exteriores (1991) y embajadora ante Venezuela (1990-1991) y Reino Unido (entre 1994-1995 y 2008-2009). Está separada, tiene una hija, una nieta, 14 hermanos y 140 primos.
Para las elecciones del 30 de mayo hay otros seis candidatos en liza pero quienes tienen más opciones de suceder a Álvaro Uribe son la propia Noemí Sanín -cuyo Partido Conservador forma parte de la alianza de Gobierno- y el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, miembro del Partido de la U.