Durante la última sesión del juicio que empezó el lunes y concluyó este miércoles en la Audiencia Nacional, el Fiscal pidió un total de 1.120 años de prisión para cada uno de los tres acusados, Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián, pertenecientes al grupo terrorista ETA, quienes en diciembre de 2006 perpetraron un atentado contra el aeropuerto de Barajas, que causó la muerte de dos ecuatorianos.
Los dos jóvenes Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio murieron sepultados bajo toneladas de escombros de uno de los módulos de bloque de aparcamientos del Terminal 4 del aeropuerto de Madrid, donde habían ido a recoger a familiares y amigos que llegaban en un vuelo procedente de Ecuador.
El fiscal también solicitó una indemnización de 500.000 euros para los familiares de cada uno de los fallecidos porque, de acuerdo con sus conclusiones, existe una abundante, contundente y unívoca participación de los acusados en los hechos juzgados.
En el atentado del 30 de diciembre también resultaron heridas 52 personas, por eso el fiscal distribuye su pedido de la siguiente manera: se atribuye a los acusados dos delitos consumados de asesinato terrorista, por los que pide 60 años de cárcel (30 por cada uno), 52 delitos de intento de asesinato, por los que solicita 20 años de cárcel por cada uno y un delito de estragos, que incrementa en 20 años más la pena solicitada. El juicio quedó vista para sentencia.