La reunión que mantuvo el mandatario ecuatoriano con más de 800 seguidores en la facultad de Medicina de la Universidad Complutense sirvió para hacer algunos anuncios de actualidad. Los puntos más recurrentes citados por Correa y por el público fueron respecto a la crisis económica que afecta a los ecuatorianos afincados en España y el tema de las hipotecas. El temor de la comunidad ecuatoriana en este punto era evidente.
Había corrido el rumor de que los bancos podrían cobrar las deudas hipotecarias en Ecuador a aquellas personas que una vez entregado el piso mantuvieran aún una deuda con la entidad financiera y hayan decidido regresar a su país. El mandatario fue enfático en su respuesta. “Quien esté diciendo eso es un mala fe completo compañeros. ¿Cómo van a creer que en Ecuador se les va a cobrar la deuda? Primero eso es imposible, segundo, así sea posible ¡jamás se va a hacer!, es una barbaridad” dijo Correa ante la explosión de júbilo del público.
El líder del movimiento Alianza País culpó directamente a los bancos del problema hipotecario que afronta España y que afecta a sus compatriotas. Así, señaló, ha mostrado su preocupación al Gobierno Español para que solucione los problemas en ese sector. “En Europa hay unas hipotecas bien peculiares que atentan contra los derechos humanos y estamos estudiando llevar el caso a los tribunales internacionales”, señaló.
Correa dijo además que su Gobierno ha dirigido una misiva al Banco de España proponiéndole una salida “sensata” para paliar el problema hipotecario: “Que la casa en la que vive una familia pase al banco en términos contables, para que así el banco no se descapitalice, pero que la familia siga viviendo en la casa pagando un arriendo y después de un plazo prudencial de tres a cinco años, una vez superada la crisis, la familia pueda seguir pagando su crédito hipotecario y lo que ha aportado como alquiler sirva también como abono al crédito. Así todo el mundo gana. Pero como el capital financiero, en su avaricia, a veces es muy tonto, tiene que entrar la acción política”, sentenció el presidente.
Contra la ilegalidad sobrevenida
El otro punto resaltante que se trató en la cita fue el de la pérdida de las tarjetas de trabajo y residencia de los ecuatorianos a causa de la falta de un contrato para renovar su documentación, lo que está trayendo la expulsión de muchos de sus compatriotas. “En la cumbre (de presidentes Unión Europea- América Latina Caribe, UE-ALC, celebrada en Madrid) dijimos claramente que esas son las cosas concretas con las que Europa puede mostrar su preocupación por la crisis y Latinoamérica, el resto es bla, bla, bla. Tienen que ser más flexibles en su política migratoria y disponer que a la gente que pierda su trabajo se le conceda un tiempo prudencial para encontrar otro nuevo sin que tenga que perder la residencia y ser expulsado. Tengo que decir que de parte de España siempre encontramos apoyo en estas cosas. Yo confío en el presidente Rodríguez Zapatero, creo que es un hombre sensible y solidario, pero en el resto de Europa no hay la misma voluntad”.
Al recinto en el que Correa se reunió con sus seguidores llegaron ecuatorianos desde Valencia y Barcelona así como de ciudades de otros países europeos como Londres, Roma o Milán. A todos tuvo tiempo de informarles sobre los avances en su país. Explicó que cuando entró al Gobierno se encontró con un país en coma y que en tres años han tratado de remendar con actividades como el turismo, tema en el que Ecuador es experto. Además no dejó de atacar a la prensa opositora, de la que dijo busca hacer “daño a su gobierno” con algunos editoriales y titulares. Se jactó también de la estabilidad económica de Ecuador frente a otros países de la región, además del nivel de seguridad que existía, algo que se consiguió dotando a la policía de armamento adecuado. “Se quiere hacer creer que parte de la inseguridad (que aún existe), es fruto de las puertas abiertas del país, de los colombianos, peruanos, bolivianos o cubanos que viven allí, ¡por el amor de Dios!, revisen las estadísticas, hay más españoles que peruanos presos”, aseguró.
Revolución universitaria
El economista anunció además que pronto realizará una “revolución universitaria, de las que les llegará noticias de que el Gobierno quiere romper las autonomías… lo que queremos es mejorar la calidad universitaria para que si ustedes invierten tiempo y dinero en un curso a distancia en una universidad ecuatoriana, el título sea reconocido en España. Si no mejoramos sustancialmente la calidad de la enseñanza, España con justa razón jamás reconocerá esos títulos”.
Finalmente Rafael Correa aseguró que su mayor deseo es que “nadie más salga de la patria” y que todos sus compatriotas puedan volver y encontrar “trabajo, seguridad y dignidad. Pero decir que eso lo podríamos lograr ahora sería mentirles”.