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Sudáfrica 2010: Unos debutan, otros dicen adiós

Para unos la cita de Sudáfrica será el momento soñado del debut en un Mundial, para otros será la última oportunidad de demostrar al mundo que están hechos para los grandes desafíos de este fabuloso evento deportivo que cada cuatro años desata pasiones y seduce al planeta con sus encantos. El volante argentino Juan Sebastián Verón es un jugador excepcional, con una larga trayectoria en el balompié profesional que su prodigioso talento le ha permitido seguir prolongando gracias al respaldo de su gravitante experiencia en las canchas. Con 35 años a cuestas, “La Brujita” tendrá la oportunidad de volver a jugar su tercer y último Mundial, luego de su ausencia en Alemania 2006 cuando el técnico José Pekerman lo dejó fuera de la convocatoria. Verón formó parte de su selección en Francia 98 y Corea-Japón 2002, siendo este último un fracaso rotundo para el cuadro argentino que no poder superar siquiera la primera etapa del torneo. El legendario capitán de Estudiantes de la Plata, último campeón de América, fue señalado por la prensa y el público de su país como el referente de aquella selección de Marcelo Bielsa que se despidió sin pena ni gloria en la ronda inicial del Mundial asiático, y “La Brujita” quedó señalado en el ojo de la tormenta.
Sin embargo, poco a poco fue demostrando su enorme capacidad para ser un líder dentro de la cancha, y sus brillantes actuaciones a nivel de clubes sirvieron para que el DT Diego Armando Maradona eche mano de su experiencia para afrontar el reto de Sudáfrica. “Más allá de la edad que tengas, seas joven o veterano, siempre se siente algo especial ante un evento tan importante”, dice Verón, a sabiendas que este Mundial puede ser la última ocasión de alcanzar la cumbre soñada de su larga carrera profesional.

La carta de gol charrúa
Otro experimentado jugador sudamericano que llega a Sudáfrica en un momento importante de su trayectoria es el uruguayo Diego Forlán. Goleador por naturaleza, el atacante charrúa, estrella rutilante del Atlético de Madrid, cumplió 31 años el último 19 de mayo y lo más probable es que ésta sea su última ocasión de jugar una Copa del Mundo. Ocho años después de su debut en Corea- Japón 2002, Forlán tiene sed de revancha y defiende el estilo de juego que caracteriza a la celeste: “Sabemos que un equipo como Uruguay no va como favorito, pero ya estamos ahí y podemos aspirar a todo. Uruguay no va a cambiar su estilo. No es un mito, jugamos fuerte, lo hacemos desde hace años y ya es algo intrínseco a la selección. Ahora, desde un plano futbolístico, el equipo tiene jugadores de distintos tipos, jóvenes y de mucha calidad. Podemos jugar bien al fútbol, lo hicimos en algunos partidos de la eliminatoria y esperamos hacerlo en el Mundial”. Con Forlán a la cabeza del ataque, los charrúas darán dura batalla en la complicada serie que les ha tocado enfrentar: Francia, el local Sudáfrica y México.

La ilusión de los debutantes

El Scratch brasileño tiene entre sus filas un jugador de estirpe goleadora que a pesar de sus largos 29 años nunca tuvo la suerte de jugar un Mundial. Luis Fabiano no quiere dejar escapar esta valiosa oportunidad y, con el nueve en la espalda, pretende demostrar al mundo que puede abrazar la gloria del título en Sudáfrica. Si bien en la última Copa de Confederaciones fue premiado con la “Bota de Oro” por sus cinco goles, en la reciente temporada con el Sevilla español no ha podido lucir su mejor nivel. Sin embargo, con la verdeamarelha la historia ha sido muy diferente en los últimos tiempos gracias a su espléndida actuación en las eliminatorias, donde anotó nada menos que nueve goles en los once partidos que disputó. En Brasil encienden velas para que “El Iluminado”, tal como lo llaman, brille en todo su esplendor en su ansiado debut en una Copa del Mundo.
Otro principiante en estas lides mundialistas, aunque mucho más joven, es el chileno Alexis Sánchez, baluarte indiscutible del cuadro que dirige el técnico argentino Marcelo Bielsa. A los 21 años, el “Niño Maravilla”, atacante del Udinese que va por su segunda temporada en el calcio y es pretendido por clubes de la talla del Milan y el Real Madrid, se asoma como la gran revelación sudamericana en el Mundial. Por su parte, en Paraguay están saltando en un pie de alegría con la reciente nacionalización del atacante argentino, y desde el 25 de marzo también paraguayo, Lucas Barrios. El técnico Gerardo Martino no dudó un segundo en convocarlo a la selección guaraní y, a los 25 años, el espigado delantero (hijo de madre paraguaya) que en una temporada marcó 37 goles en 38 partidos con la camiseta del Colo Colo chileno, es una de las esperanzas de gol tras la sentida ausencia del capitán Salvador Cabañas. Su instinto goleador y su gravitante presencia física en el área son sus mejores herramientas de trabajo. Actualmente defiende la camiseta del Borussia alemán, donde cada fin de semana infla las redes de la exigente Bundesliga con una capacidad asombrosa y se ha convertido en un ídolo absoluto de la hinchada de Dortmund. Maradona no lo tomó en cuenta, pero Martino le abrió las puertas de su selección y hoy tiene la chance de hacer historia con este cuadro guaraní que debutará nada menos que ante Italia, campeón mundial vigente, el 14 de junio en Ciudad del Cabo.

Los grandes ausentes
Antes del cierre de esta edición, era prácticamente oleado y sacramentado que el argentino Juan Román Riquelme y el brasileño Ronaldinho Gaúcho serán las grandes ausencias sudamericanas en Sudáfrica. Dos volantes creativos de innato talento que quedaron al margen de sus respectivas selecciones por no estar atravesando un buen momento futbolístico. Riquelme, de 32 años, tenía en Sudáfrica su última oportunidad de poder ser el gran conductor de los albicelestes, pues resulta poco probable que vuelva a jugar un Mundial. Por su parte, a los 30 años, Ronaldinho todavía conserva la esperanza de volver a defender al Scratch en una Copa del Mundo, un certamen donde en el 2002 desplegó toda la belleza de su fútbol, plagado de magia y artificio, alzándose con el pentacampeonato mundial en la cita de Corea-Japón. De aquel lejano Ronaldinho que hacía maravillas con la pelota al lado de los geniales Rivaldo y Ronaldo queda apenas el recuerdo.
Hoy, la historia del Mundial la escribirán otros futbolistas privilegiados: algunos por la primera vez en su carrera profesional, otros para despedirse por la puerta grande de este fabuloso torneo. Pero todos con la misma ilusión de dejar para la posteridad la huella de su singular talento, y sentir la gloria de inscribir su nombre entre los mejores jugadores del planeta.

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