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Los afrocolombianos en España dejan huella

La comunidad negra colombiana está muy bien representada en España gracias al vigor con que unos jóvenes afrocolombianos están reivindicando sus derechos desde sus propias organizaciones sociales a tal punto que han conseguido que el Congreso de los Diputados español apruebe una Proposición No de Ley de la Comunidad Negra en España. Pero ellos quieren mucho más.

“La historia negra la han escrito los demás y no los negros”. Eso es lo que dicen los dirigentes afrocolombianos que residen en Madrid. Y están resueltos a ser ellos mismos, los negros, los propios autores de su historia, una historia en la que la igualdad sea una realidad y no un deseo. No es una tarea fácil pero ya empezaron. Y lo están haciendo justamente en el país que llevó a los esclavos negros a Colombia y de los cuales ellos descienden. “No es que seamos resentidos, como creen muchos, es que tenemos que hablar de la esclavitud para que no se vuelva a repetir bajo ninguna forma. Y qué mejor que hacerlo en el país donde empezó todo esto” dice el colombiano Luis Alberto Alarcón, presidente de la Fundación Vida – Grupo Ecológico Verde.
Luis ha sido un defensor de los derechos de las comunidades negras desde su propio país, donde pertenecía al Movimiento Cimarrón. Pero fueron precisamente las injusticias, las desigualdades y la persecución de las que fue víctima lo que lo hicieron virar hacia España. Un país en el que empezó un trabajo reivindicativo para que se les reconozca como ciudadanos negros, con plenos derechos. “Los negros nos sentimos vulnerados por la falta de garantías a todo nivel. Las cifras demuestran que el 75% de los extranjeros expulsados de España son negros y no es casualidad, es porque la política es racista y no hablo de xenofobia sino de racismo, de la diferencia entre el blanco y el negro. No queremos que nos metan en el mismo saco de la inmigración. Queremos ser tratados como una minoría étnica con todo lo que eso representa”, subraya.

Profesionales con fines sociales
James Valencia llegó en el año 95 a España, el mismo país de donde salieron en barcos los abuelos de sus tatarabuelos para ser esclavizados. Y lo hizo con su título de ingeniero de Alimentos bajo el brazo, un privilegio al que no pueden acceder muchos afrocolombianos pues, según James, de cada cien jóvenes negros que desean ingresar a la universidad sólo dos pueden hacerlo por la precariedad en la que viven dichas comunidades.
En el año 2003 creó la Asociación de Afrocolombianos y Afrolatinoamericanos en España con el fin de dar visibilidad a los inmigrantes negros y, además, ser un puente entre su comunidad y el país europeo. Uno de los logros que ha alcanzado junto con la Fundación Vida – Grupo Ecológico verde es el de incidir en las políticas españolas de Cooperación en el Plan Director 2005 – 2008. Gracias a ello la palabra afrocolombiano apareció por primera vez en los proyectos de cooperación internacional y se destinaron recursos para dichas comunidades.

No es el color negro lo que los une
“Es inevitable que un negro mire a otro negro cuando va por la calle. Lo hacemos con una mirada cómplice y obedece a nuestros valores ancestrales. Tenemos una historia que nos unifica y que se concentra en un tono de piel” nos dice con una amplia sonrisa la colombiana Marcía Alexandra Santacruz para hacernos entender que aunque los negros de África no descienden de los esclavos como los afrolatinoamericanos, sí hay ciertas condiciones sociales que les une. Critica que sean precisamente la marginación, la pobreza y la exclusión, entre otras, lo que tienen en común.
Esta joven caleña llegó a España en el año 2008 a cursar un máster sobre Administración Pública, y ahora hace un doctorado en Ciencias Políticas. Conoció el trabajo asociativo que hacían afrocolombianos como Luis y se vinculó al Alto Consejo de Comunidades Negras en España, ACCNE, entidad que preside desde mayo de este año. Esta mujer apasionada por el tema negro tiene claro hacia dónde quieren llevar al ACCNE: “A mediano y largo plazo queremos constituir un espacio de interlocución legítimo del colectivo negro que nos permita incidir en políticas públicas y en la defensa de los derechos para todos”.
Su otro gran frente es el trabajo de codesarrollo entre España y Colombia. “La Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, AECID, nos acaba de aprobar un proyecto de para el fortalecimiento organizativo de las comunidades afro caucanas” dice Marcia, quien permanentemente promueve espacios para el encuentro de la gente de allá con organizaciones españolas con el fin de sensibilizarlos frente al tema negro.

Un gesto de buena voluntad
Para estos tres afrocolombianos es satisfactorio poder decir que fueron promotores de la Proposición No de Ley sobre la Memoria de la Esclavitud, reconocimiento y apoyo a la comunidad negra, africana y de afro descendientes en España que aprobó el Congreso de los Diputados español el 17 de febrero de 2010.
Reconocen que es un gesto de buena voluntad por medio del cual el Gobierno Español se compromete, entre otras cosas, a “Rendir homenaje a los millones de personas que colectivamente e individualmente tuvieron el coraje y la convicción moral de luchar por la abolición de la esclavitud en el mundo entero… Reconocer a la Comunidad Negra, dado su notorio arraigo en España. Apoyar el trabajo por la equidad étnica y de género de las mujeres africanas y afro descendientes, fortaleciendo el desarrollo de políticas públicas. Erigir en España un monumento a la memoria de las víctimas de la esclavitud”. Ahora su meta es que algún día el texto se convierta en Ley.
Otro trabajo arduo que hacen al interior de sus organizaciones estos “Quijotes negros” es el de empoderar a los suyos. “La comunidad negra tiene un discurso tímido y muy decorado y debemos cambiarlo para poder ser visibles. Esto no es cuestión de ser negro, es sentirse negro y defenderlo” concluye Luis Alberto.

La cifra
Según el último censo de habitantes realizado en el año 2005, la población negra representa el 10,5% del total de los colombianos, es decir, cuatro millones de personas. Pero las cifras extraoficiales de los organismos internacionales hablan del 25%.

El dato
Según el Banco Interamericano de Desarrollo en América Latina de cada tres personas una es afro descendiente.

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