Que se niegue el permiso de residencia si se solicita por arraigo social o su renovación si los extranjeros solicitantes son «incívicos». Esa era la ambigua, difusa y cuestionable propuesta que la sección catalana del PSOE, el Partido Socialista de Cataluña (PSC), planteada en los ayuntamientos barceloneses de Salt, L´Hospitalet de Llobregat y Badalona. La petición fue planteada ante el Gobierno central para ser incluida en el Reglamento de la Ley de Extranjería. Rápidamente la Secretaría de Estado de Inmigración respondió con una negativa.
La moción de L’Hospitalet fue impulsada por el PSC y aprobada por todos los grupos salvo Iniciativa Por Cataluña, que, paradójicamente, forma gobierno con los socialistas.
La propuesta señalaba que se niegue el permiso si el inmigrante ha infringido las «normas de convivencia» citando comportamientos como el consumo de alcohol en la calle, la venta ambulante ilegal y las molestias a los vecinos por ruido.
«Los Ayuntamientos lanzan mensajes confusos que enturbian el debate de la inmigración» ha señalado Estrella Rodríguez, Directora General de Integración.
A pesar del rechazo otros ayuntamientos catalanes se sumarán a la propuesta.