El dúo puertorriqueño formado por Wisin & Yandel, considerado uno de los máximos exponentes del reggaetón, admite que bajó el tono sexual y violento de sus temas para evolucionar, sin abandonar la “picardía” que los caracteriza.
“Hay veces que las personas tienen que hacer la cosa negativa para luego entender que hay que crecer”, dijo Wisin. “En el pasado hicimos canciones muy fuertes, nuestras letras no eran las correctas, pero ahora entendemos que era necesaria esa crítica para poder desarrollarnos”.
Algunas de las canciones del popular dueto -como “Rákata”, “Paleta” y “Callejero, callejero”- destacan tanto por su temática del cortejo a la mujer, como por sus “tiraeras” (guerras líricas dentro del reggaetón en las que el cantante lanza ofensas a sus contrincantes musicales) y frecuentes referencias a la delincuencia callejera.
“No hemos dejado la picardía, lo que le gusta al barrio, pero ahora hay límites, no nos vamos a los extremos. Si escuchan una canción como “Sexy movimiento” verán que lo estamos proyectando de una manera alegre, sin faltarle el respeto a nadie”, agregó el cantante.
Es así como “Los Vaqueros: El regreso”, octavo álbum del dúo que hace unos días debutó en los primeros lugares de ventas en Estados Unidos, Puerto Rico y México, incluye temas más sociales, aseguraron los artistas, quienes inician una gira internacional la próxima semana.
“El público del movimiento del reggaetón y del hip hop es gente de barrio, es toda una realidad, surgió en la calle, no podemos tapar el Sol con un dedo”, dijo Wisin. “Nosotros nos convertimos en los ídolos de los niños que nacen en los barrios, cuyos padres quizá murieron de sida, que se meten droga, a esa gente llegamos, pero también a otro sector del público que escucha a Ricky Martin, a Enrique Iglesias o a David Bisbal, con quienes hemos trabajado, así que hay un compromiso fuerte cuando se tiene un micrófono en frente”.