Ocio Latino.- La diva del Bronx se encuentra inmersa en la primera gira mundial de su carrera musical, y no parece estar demasiado contenta con el hecho de utilizar diferentes letrinas en cada una de sus estancias por todo el planeta. Por ello, la cantante se asegura de llevar consigo su propio asiento y evitar así el contagio de los posibles gérmenes que pudieran encontrarse en los distintos cuartos de baño.
«Jennifer es una maniática de la limpieza y no le gusta poner su trasero en cualquier váter desconocido. Por eso se trae su propio asiento, que le fue diseñado especialmente para ella y para su comodidad, y que se adapta a cualquier tipo de retrete», reveló una fuente al diario The Sun.
Sin embargo, este curioso hábito de Jennifer podría no ser nuevo si algún día se confirman los rumores de que Ben Affleck, su expareja en la década pasada, le regaló en 2003 otro asiento especial decorado con diamantes, perlas, zafiros y rubíes.
«El asiento costó unos 105.000 dólares (83.000 euros) y es toda una preciosidad. Por supuesto, las piedras preciosas están incrustadas en el asiento y pulidas, por lo que el trasero de Jennifer no se verá afectado», contaba una fuente a la revista The National Enquirer.
«Jennifer es mi princesa y se merece solo lo mejor, incluso en lo que se refiere a retretes», citaban al actor en la misma publicación./BS