Por: José Luis Salvatierra / Ocio Latino /
Le bastó menos de un minuto de subir al escenario de WiZink Center en Madrid para tener al público rendido a sus pies. Ricky Martin empezó su concierto cantando en inglés sus canciones menos conocidas en España, salió vestido de forma impecable con un traje negro y arropado por un cuerpo de baile que derrochó energía, pero su largo catálogo de movimientos sensuales le hizo sudar en la primera canción, se despojó del traje y a partir de allí mantuvo a su público en permanente histeria.
Ver cantar, bailar y actuar a Ricky Martin es confirmar por qué ocupa uno de los puestos top de los ídolos de la música latina. Sus baladas a medio tiempo, su pop rock y pop dance que han triunfado más de una década, antes de que triunfe el reggaeton, siguen gustando, y más si las canta esta estrella del pop latino que sabe cómo actualizarlas y cómo poner a bailar al variado público que asistió, que se contaba desde niños hasta público muy maduro, latinoamericanos hasta público de distintos países europeos, hombres o mujeres.
El cantante puertorriqueño que triunfó con ‘María’ en España recibió la ovación más grande de la noche al recordar esta canción de los 90’, desató el baile colectivo con ‘La Mordidita’ y un unísono coro con su moderno “Vente pa’ca”.
Las diez mil personas que acudieron al concierto disfrutaron no sólo de sus canciones preferidas, también de un espectáculo donde el artista es el centro de la atención, por su calidad vocal, su energía al bailar y por sus llamativos cambios de vestuario hasta sorprender con una falda plisada que marcaba su anatomía más que sus ajustados pantalones.
Doce ciudades españolas esperan todavía al artista con aforos casi completos y algunos fans esperando varios días a las puertas del recinto.
Fans de Ricky Martin en Granada esperan al artista en las puertas del recinto.
