Por Víctor Sánchez Rincones / Ocio Latino /
Durante dos días tuve tener la fortuna de estar al lado de Kiko Rivera. Sí, ese personaje mediático del que todos hablan, el hijo de Isabel Pantoja y Paquirri, ese torero que murió corneado en una plaza de toros.
Visitamos muchos medios de comunicación, y entre entrevista y entrevista, salía a flote un ser humano con unas ganas locas de triunfar, que busca el reconocimiento musical, y no es para menos, ya que lleva diez años dando guerra, y callando bocas a aquellos que no le daban ni un año en la música.
Ya me lo decía, mientras tomábamos un café, “Víctor, el apellido Pantoja y Rivera pesan. No ha sido fácil llegar hasta aquí. Han sido muchas las puertas que se me han cerrado por ser hijo de… A veces pienso en marcharme fuera de España, conquistar Latinoamérica, buscar nuevos horizontes, otras oportunidades. Porque en España, que es mi país, muchos no me toman en serio”.
Estamos charlando y las miradas no se apartan de nosotros. He estado con infinidades de artistas, pero nunca me había sentido tan observado. Kiko dice que a veces le gustaría ser invisible, y lo comprendo, porque su vida ha ido de la mano de la revistas del corazón y los programas de famosos.
Retomando la conversación, Kiko señala que viene de pasar un bache terrible en su vida. “He adelgazado 40 kilos de golpe que me ha llevado a una depresión. Yo quería comer y no podía. A mí me operaron la tripa, pero no la cabeza. Tuve que suspender más de 40 conciertos. Era mi vida o mi carrera. Gracias a Dios estoy en la carretera con “Mentirosa”, una canción diferente a todas las que he realizado hasta ahora”.
Superado este impase, Kiko me cuenta que su madre lo apoya siempre. “Ella lo es todo para mí. Yo siempre he tenido una relación estupenda con mi madre, es un maravilloso ser, ¿qué voy a decir yo de mi madre?”.
Sobre su fama, Kiko ha explicado que “ya era conocido desde que estaba en la barriga de mi madre. Mi tercer apellido podría ser fácilmente Kodak”, dice en medio de una carcajada.
La demostración de su condición de mediático se sustenta en algunos datos. Durante el mes de julio de 2009 y debido a un cambio de imagen, su apodo multiplicó por 10 las búsquedas de Google con respecto a marzo del mismo año; en enero de 2010 y según el mismo buscador, su nombre aparecía en casi 95.000 páginas de Internet; y es que durante ese año fue uno de los 20 hombres que acapararon más titulares en la prensa rosa.
Kiko hizo una prueba y jugó en categorías inferiores del Real Madrid; ‘hasta que se dieron cuenta de que era muy malo’, confiesa. Le gustan los toros porque lo lleva en la sangre pero al final se inclinó profesionalmente por la música. “He estado rodeado de los mejores artistas de este país’, dice Kiko; ‘y he visto cantar a mi madre tocándole la guitarra Paco de Lucía”.
En medio del diálogo hay un silencio profundo cuando Kiko Rivera recuerda a su padre.
“Me hubiera gustado conocerlo. Todos dicen de él que era un gran tipo. Si Dios me diera un minuto para estar con alguien no dudaría que fuera mi padre. Lo extraño muchísimo”.
Kiko está cansado de salir en la prensa del corazón, y llega un momento en que no puede más y estalla:
“Quieren exprimir cosas de mi familia, saber todo. En mi casa siempre están los paparazzi. Para donde voy me siguen. Han sido tantos años de asedio y creo que nunca terminará”.
De sus nuevos proyectos, Kiko solo le pide a la vida salud, y mucha sabiduría para afrontar el futuro. “Tengo a mi lado a mis amigos, a mi mujer, a mis hijos… Estoy, si no en el mejor momento de mi vida, sí en uno de los mejores”.
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TEST
Si tuvieras que definirte con una palabra…
Amable
¿A que tienes miedo?
A la soledad
Un vicio inconfesable
El FIFA 19.
¿Te gusta leer?
Sí, pero me gusta más el cine…
¿Cuál es la última película que has visto?
El Rey Proscrito, en Netflix. Me gustan mucho las películas con argumento histórico.
¿Colaboras con alguna ONG?
Con la de mi hermano Cayetano ‘Yo Niño’, le ayudo en lo que me pide.
¿Y qué es lo último q te han regalado?
El otro día estuve comiendo con mi madre. Ella vive en el campo y cuando viene a ver a sus nietas pues salimos a comer, y me regaló pijamas y edredones… mi regalo de navidad.
¿Y lo último que has regalado?
Yo soy un coleccionista de gorras, pero llega un momento que tengo que renovarlas… he llegado a tener más de 2.000 gorras, pero siempre acabo regalando alguna… el otro día a un amigo le regalé 40.
Un sueño irrealizable…
Charlar con mi padre, aunque solo fuera un minuto. Daría lo que fuera.
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