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Oscar D’ León: “Un bacán, una persona que salió de la nada”

Entrevista: Víctor Sánchez Rincones

Es un ser entrañable, risueño, sin ninguna máscara, que habla con cariño a todos aquellos que lo abordan. Óscar de D’ León es su nombre, y Ocio Latino tuvo el honor de hablar con esta estrella indiscutible de la salsa, aunque a él no le gusta ese apelativo, ya que se considera más bien un animador, un hombre que lo da todo en un escenario.

¿De dónde sale la vitalidad y esa furia que tiene Oscar D’León en los conciertos?

Eso es preparación, además de una condición que desde niño está ahí. A eso hay que agregarle el ejercicio, la buena alimentación, dormir temprano, no abusar de drogas, y menos de licor y los cigarros.

Dicen que su vitalidad se debe a que practica muchas veces el sexo…

Eso es muy importante porque te purifica (risas).

¿Alguna fan se le ha metido al hotel y luego entre sus sábanas sin usted saberlo?

(Carcajadas). De otra manera, pero sí que me ha pasado; uno como hombre sabe cómo escoger. En este mundo siempre hay mujeres que se dejan llevar por el brillo del artista, pero uno sabe diferenciar y poner freno a todo aquello que es carne, que es pasión. Recuerda que el mundo del Sida está presente y uno no puede ir por la vida de loco. Además, siento un respeto profundo por la mujer y eso me hace controlar mis emociones e instintos primarios.

¿Cómo es Oscar D’León en familia?

¡Un padrazo! Mi familia entiende mi trabajo y saben que es la forma de ganarme la vida. Con ellos nunca pierdo la comunicación.

¿Alguno de sus hijos está actualmente en la orquesta?

Habían tres. Ahora tengo dos, nada más, porque Jorman se quedó en Venezuela, y él trabaja con varios artistas. Los que están aquí son Omslig y Richard. Este último es el que lleva el tema de la administración.

¿Qué ha pasado con Jimmy D’León, su otro hijo, con quien siempre lo confunden? ¿Cómo es su relación con él?

Es una relación normal, de padre e hijo. La diferencia está en que él canta parecido y por eso no puede estar en la orquesta. Si tuviera un timbre de voz diferente estaría aquí conmigo.

En un principio se hablaba de que había rivalidad entre ustedes, que no lo reconocía como hijo…

Eso es mentira. Mi hijo es mi hijo y nunca lo he negado, lo que ocurre es que a la gente le gusta extender la noticia y sacarle filo a las cosas. Cuando los hijos crecen ya no pertenecen a los padres, cada quien hace su vida, busca su destino y uno prácticamente se queda solo.

¿Alguna vez ha pensado en retirarse del mundo de la música?

Me moriré en un escenario. Eso es seguro (risas). ¿Sabes por qué? Porque me gusta lo que hago y aparte de eso es una diversión. Eso de hacer un equipaje, de montarte en un avión y dormir todo desbaratado eso es el trabajo. En la tarima no, eso es un disfrute.

¿Cuándo está en Europa cuál es su percepción del público hacia la música salsa?

Yo no soy salsero, lo que pasa es que la gente me pone esa etiqueta. Yo lo que soy es un artista que interpreta de todo: chachachá, merengue, bolero, pasodoble, cumbia, son montuno, guaguancó…En Europa la gente vibra con mi música, disfruta con locura porque yo interactúo con todos, al igual que en Latinoamérica, África y hasta en Filipinas donde mi música es requerida a cada momento.

¿Alguna vez ha pensado en quitarse el bigote?

Una vez me lo quité y muchos pensaban que no era yo. Inclusive en México decían que era otro.

¿Quién es Óscar D’ León?

Un bacán, una persona que salió de la nada, y que ha luchado por todo lo que tiene. Es un trabajador incansable y un hombre feliz porque lleva alegría a miles y a miles de personas. Ese soy yo.

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