El póker, un juego de cartas con mucha historia, se ha convertido en un fenómeno de masas. Las nuevas generaciones no sólo juegan a este juego de naipes, sino que siguen a los profesionales, asisten a los torneos que se programan alrededor del mundo y consideran al póker como una de sus opciones favoritas de entretenimiento. La razón de este éxito del póker se encuentra, entre otros factores, en los numerosos avances tecnológicos que se han desarrollado en estos últimos tiempos. En la actualidad, al póker se puede jugar desde cualquier sitio y en cualquier momento, siempre y cuando tengamos una conexión a la red. Esto cautiva a los jóvenes que se descargan póker en sus dispositivos móviles.
Estas nuevas generaciones, muy apegadas a todo aquello que tenga relación con lo tecnológico, sienten que con el póker pueden embolsarse unas ingentes cantidades de dinero. Lo ven en esos torneos de profesionales a los que asisten gracias a la ayuda de los dispositivos móviles. Pero no siempre sucede así; es decir, los jugadores novatos y no tan novatos nunca conseguirán (en un alto número de probabilidades) llevarse premios millonarios en sus primeras partidas de póker. E incluso siendo jugadores con cierta experiencia tampoco es una misión sencilla. El póker no es un juego donde la suerte o los designios del azar contienen mucho peso en el devenir de una partida. En el póker hay otros elementos a considerar.
El póker, a diferencia de otros juegos de cartas, requiere de un profundo aprendizaje, así como de tener unas ciertas cualidades innatas a la hora de codearse contra adversarios poderosos sobre una mesa de tapete verde. En consecuencia, muchos novatos, con tiempo de aprendizaje, pueden llegar a convertirse en grandes profesionales, aunque no todos lo conseguirán. Surge, en este punto, la gran pregunta: ¿quieres jugar al póker como un profesional? A continuación de daremos algunas pistas a seguir en este largo y arduo camino hasta convertirte en un buen jugador profesional de este juego de cartas. Y que no sea un simple juego en tiempos de ocio.
Lo más básico, como en todo juego de naipes, es conocer todos los entresijos del juego; es decir, todas las combinaciones y reglas posibles del póker. Porque este juego de cartas, y aquí radica una de sus dificultades, contiene muchas variantes y modalidades, con lo que hay que echar muchas horas de aprendizaje, incluso en escuelas de póker, hasta dominar a la perfección la técnica de manejo de las cartas. Y da lo mismo si estás jugando físicamente al póker o de manera virtual. No hay distinción. En esta curva de aprendizaje, aparte de escuelas o libros e incluso videos, es importante fijarse en los mejores profesionales, pues de ellos podremos aprender importantes trucos a la hora de manejarse con una mano de cartas. E incluso, si hay ocasión, un buen consejo se puede obtener de alguna charla con estos ases del póker.
Independientemente de la variante de póker que escojas a la hora de enfrentarte a las cartas, debes tener muy claros conocimientos acerca de extraer manos, rangos, probabilidades de ganar o combinaciones de manos. También es aconsejable leer acerca de las diferentes teorías existentes sobre cómo ganar en el póker. Todo ayuda en un juego en donde la suerte y el azar influyen, pero lo hacen de una manera muy testimonial.
Tiempo y paciencia
La llegada del póker virtual no sólo ha aumentado la popularidad de este juego de cartas, sino que ha propiciado que muchas personas se lancen a este juego y encuentren en las plataformas virtuales un buen campo de entrenamiento de cara a crecer como jugadores. Actualmente, hay diferentes programas que dominan el uso y combinación de los naipes mejor que los mejores profesionales del circuito. Enfrentarte con una máquina te ayudará a practicar de cara a partidas verdaderas con otros adversarios de carne y hueso. Lógicamente, en este entrenamiento no hay cabida para el control y gestión de las emociones, algo determinante a la hora de sentarse en una mesa de tapete verde. Este aspecto psicológico exige de un buen entrenamiento, porque en el póker adquiere de una vital importancia entre ganar o perder una partida.
Otro elemento que cuidan mucho los profesionales es contar con muchos recursos en cuanto a estrategias y jugadas ganadoras. El objetivo, aunque las cartas no acompañen, es inclinar las probabilidades del juego a nuestro favor, incluso haciendo creer a los adversarios de que tenemos unas buenas cartas. Dominar todas estas variantes es igualmente tan necesario como saberse las reglas fundacionales de este juego de cartas. Hay que tener recursos y una gran capacidad de reacción ante cualquier giro inesperado que pueda producirse a lo largo de la partida. No es una tarea sencilla, puesto que esto exige mucho aprendizaje.
Menos aprendizaje exige el aspecto económico. Es decir, ser jugador profesional conlleva tener un buen dinero detrás, puesto que hay que saber cubrirse las apuestas que puedan hacerse en cada partida, y saber que no siempre se va a ganar. Y que igual que puede venir ese buscado golpe de suerte con un buen pellizco de dinero, puede llegar otra etapa en donde todo sean perdidas. Hay que saber aprender a gestionar esta situación financiera y saber cuándo apretar en las partidas, desde un punto de vista económico, y cuando saber decir ‘me retiro’. Hay que evitar caer en la quiebra. Por consiguiente, en esta curva de aprendizaje hacia ser un buen jugador profesional hay que matricularse en la gestión del presupuesto que empleamos en cada partida. El consejo de jugar con responsabilidad y tener la cabeza fría en los momentos más álgidos son dos frases que cobran una vital importancia hacia ser un buen jugador de póker.
Finalmente, y como decíamos anteriormente, el póker cuenta con muchas variantes y modalidades. Pues bien, en los comienzos en el profesionalismo del póker quizá resulte interesante dedicarte a esas partidas especializadas en las que uno se siente con más fuerza, capacidad de reacción y gestión de las cartas en función de la evolución de las partidas. Igualmente es recomendable examinar la nómina de jugadores que se presentan a tal determinado torneo, puesto que si vemos que el nivel es muy alto quizá convenga dedicarse a esperar nuestro momento o apuntarnos en torneos donde haya una competencia más acorde a nuestro dominio del póker. Ser un profesional de este juego de cartas requiere de tiempo y paciencia.