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Ecuador celebra su segunda vuelta en medio de la incertidumbre y con dos candidatos muy polarizados

El candidato a la Presidencia de Ecuador Andrés Arauz ondea una bandera ecuatoriana en el cierre de su campaña electoral en la capital, Quito./ Foto: Juan Diego Montenegro/dpa / Archivo OCIO LATINO

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador tiene lugar este domingo en un escenario marcado por la incertidumbre respecto a quién se alzará con la Presidencia del país latinoamericano y con dos contrincantes, Andrés Arauz y Guillermo Lasso, en las antípodas ideológicas.

Al margen de los dos candidatos supervivientes, otros catorce sumaron el 47,5 por ciento de los votos en la primera vuelta, un porcentaje significativo que puede decantar la balanza a uno u otro lado. Además, y para aumentar las dudas sobre el resultado electoral, la abstención ascendió hasta el 19 por ciento en aquella cita electoral, celebrada en febrero. Estos votantes podrían sacudir el tablero político si deciden acudir a las urnas.

Como resultado, Arauz, de Unión por la Esperanza –y de tendencia correísta–, y Lasso, del Movimiento CREO –y de ideología conservadora y liberal–, han reestructurado sus agendas para llegar a estos electores, entre los que figuran las minorías, campesinos o indígenas, entre otros.

Los indígenas, en concreto, representan un grupo electoral importante en estos comicios, con una relevancia renovada precisamente por los resultados de febrero, que dejaron al candidato por el movimiento político Pachakutik, Yaku Pérez, en tercer lugar tras un ajustado recuento, en el que estuvo gran parte del tiempo por delante de Lasso.

El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Jaime Vargas, ya ha respaldado la candidatura de Arauz, lo que le ha costado la expulsión del organismo, cuyo brazo político es Pachakutik. La CONAIE ha reafirmado su intención de impulsar el voto nulo para la cita electoral del domingo, argumentando que su proyecto político y sus demandas «trascienden el escenario electoral». Pachakutik también se expresó en esta línea y ha sostenido que promoverá el voto nulo de igual forma.

Respecto al sentido del voto del movimiento indígena, el director del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, Francisco Sánchez, señala que es «plural» y «diverso», pero recuerda que el expresidente Rafael Correa mantuvo una «política activa de ataque» contra la CONAIE y muchos de sus dirigentes.

En una intervención para analizar la cita electoral de Ecuador enmarcada en el ciclo ‘América Vota’ de Casa América, resume que la discusión electoral ecuatoriana se mueve en dos planos: los que temen el retorno de un posible autoritarismo o un gobierno de tendencia más autoritaria, al estilo de Rafael Correa, o los que piensan en un rendimiento económico del país. En este sentido, opina que la pregunta de fondo es «cuánto puede pesar el legado» de Correa en una eventual Presidencia de Arauz, «cómo de tutelado estará Arauz por Correa».

A juicio de la periodista y analista electoral Dayana León, la campaña «antisistema» que el movimiento indígena ha enarbolado y el hecho de que ninguno de los dos reciba un apoyo tácito de estos se le hará «cuesta arriba» al futuro presidente de Ecuador.

CANDIDATOS MUY POLARIZADOS

Lo cierto es que Arauz y Lasso están muy polarizados. La economía es uno de los ejes que más separan a ambos candidatos. Sánchez explica que Arauz exhibe un discurso intervencionista del Estado en la economía y como regulador de la sociedad. Lasso, por su parte, cree que el Estado «es el problema» y menciona asuntos como el cobro de impuestos. «Su planteamiento es clásico: menos Estado y más sociedad, que sin restricciones genera mayores ingresos económicos porque el mercado funciona», detalla.

No obstante, en el contexto actual, Sánchez critica que este supuesto, la ausencia del Estado no puede darse en Ecuador, un país con desigualdades estructurales. «Carece de un discurso social, que es necesario por las condiciones estructurales del país», abunda, destacando que en Ecuador se necesita un Estado que «redistribuya».

Otro de los puntos de fricción entre ambos tiene que ver con la cuestión de las libertades y los derechos. En campaña, Lasso ya se ha manifestado abiertamente sobre el tema y ha centrado gran parte de la misma en la libertad de prensa, en una menor persecución a líderes políticos y se ha afanado en mostrarse menos restrictivo con la oposición, según el experto. En el caso de Arauz, indica que ha hecho «varios intentos» por matizar la década de la Revolución Ciudadana de Correa, pero vuelve a situar la figura del expresidente como eje del posible mandato del candidato.

En esta línea se expresa también el profesor e investigador en el Departamento de Estudios Políticos de FLACSO-Ecuador Franklin Ramírez, que explica que la agenda de Arauz se enfoca hacia una «fuerte centralidad» del entorno estatal «para regular los mercados, para dinamizar la economía y para redistribuir la riqueza». Mientras, el proyecto de Lasso es el de «las derechas nacionales, criollas, que tienen que ver con la continuidad del ajuste estructural, la política de prosperidad, obsesionada con los equilibrios fiscales».

Ramírez también se centra en la visión de las relaciones internacionales de Arauz y Lasso. Según este experto, la agenda internacional de Arauz se caracteriza por un tipo de relaciones internacionales de carácter «multilateral», con un «fuerte eje en lo que sucede en la región». En referencia a Lasso, su visión de las relaciones internacionales está ligada «al eje Washington-Bogotá, las alianzas del Pacífico, la continuidad y la reiteración en el guion del consenso de Washington, que es el que ha gobernado estos cuatro años».

TEMAS CENTRALES

La vacunación contra la COVID-19, el rol del Banco Central de Ecuador, la reactivación económica y el empleo, los derechos ambientales, la educación y el aborto son algunos de los temas que se han discutido en la campaña electoral, que culminó el jueves.

En sendas entrevistas con el diario ‘El Universo’, Arauz y Lasso expresaron sus posturas respecto a los mismos y, para muestra, destaca la distancia en cuanto al empleo y la economía.

En esencia, Arauz propone créditos para emprendedores, jóvenes, mujeres víctimas de la violencia machista o agricultores, además de a gobiernos locales para que impulse obras públicas. Además, también ha propuesto la entrega de mil dólares (cerca de 840 euros). Lasso, entre otras cosas, plantea fomentar la inclusión de jóvenes y mujeres en el mercado laboral, dando mayor libertad para contratar en empresas o la eliminación gradual del impuesto del 2 por ciento de las ventas a los pequeños negocios.

DOBLE MASCARILLA Y NO SOCIALIZAR

La votación tendrá lugar en medio de la pandemia de COVID-19 y, en este contexto, los electores deberán cumplir con las medidas de seguridad establecidas para evitar eventuales contagios y la propagación del virus.

Así, los ecuatorianos llamados a las urnas, más de 12,6 millones en el país, deberán verificar su lugar de votación en la web del Consejo Nacional Electoral (CNE) para evitar hacer consultas al personal de los recintos electorales, ya que es preferible no socializar durante el proceso. También, se debe acudir a una predeterminada para evitar aglomeraciones.

Por otro lado, los votantes deberán llevar una mascarilla FFP2 y, sobre la misma, una quirúrgica –y no de tela–. En el momento de votar, los electores tendrán que retirarse la protección para que pueda reconocerse su rostro. Asimismo, según ha recogido el diario ‘El Telégrafo’, los votantes tendrán que llevar gel hidroalcohólico para desinfectarse las manos./ Europa Press

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