La legendaria banda mexicana de pop-rock, Maná, conocida por éxitos como Labios compartidos , Oye mi amor o Mariposa traicionera ha roto sus colaboraciones con el puertorriqueño Nicky Jam.
Hace solo unos días esta unión parecía una alianza prometedora entre estas dos grandes figuras de la música latina que se desmoronó abruptamente tras la participación de Nicky Jam en uno de los eventos del candidato presidencial estadounidense, Donald Trump. El apoyo incondicional del reguetonero al exmandatario, conocido por sus políticas migratorias restrictivas y su intento de construir un muro en la frontera con México, provocó una ola de indignación entre varios artistas latinos, incluidos los miembros de Maná.
Maná toma una posición firme: «No existe negocio que valga más que la dignidad»
En respuesta a las críticas por la postura de la banda, la agrupación mexicana liderada por Fernando Olvera, también conocido como Fher, no tardó en emitir un comunicado contundente. A través de sus redes sociales, Maná anunció que había decidido retirar la colaboración con Nicky Jam de todas las plataformas digitales. El comunicado, que rápidamente se volvió viral, comenzaba con una clara afirmación del compromiso de la banda con la comunidad latina:
«Durante los últimos 30 años, Maná ha apoyado y defendido los derechos de los latinos en el mundo. No existe negocio o promoción que valga más que la dignidad de nuestra gente», expresaba el grupo en el mensaje. La decisión de romper cualquier lazo con el intérprete de El Perdón que se selló con la eliminación de la versión colaborativa de De pies a cabeza de los principales servicios de música en línea.
Este incidente marca un precedente importante en la industria musical, donde las colaboraciones entre artistas de diferentes géneros se han convertido en una estrategia habitual para llegar a nuevas audiencias. Sin embargo, Maná ha dejado claro que no está dispuesto a comprometer sus principios por el éxito comercial. La ruptura con Nicky Jam es una muestra de que la banda pone la dignidad y los derechos humanos por encima de cualquier acuerdo artístico o promocional.