La Fundación Juegaterapia, que ayuda a los niños enfermos de cáncer a través del juego y la humanización hospitalaria, y Luis Fonsi, han presentado en la sede la Fundación el Baby Pelón nº 37 de la colección. La presentación ha tenido lugar en un emotivo evento donde el cantante puertorriqueño se ha rodeado de niños y niñas en tratamiento y sus familias, dedicándoles unas cariñosas palabras y acompañándolos en una mañana llena de sorpresas y momentos mágicos.
De la mano de las pequeños Thiago y Valentina, actualmente en tratamiento oncológico, Luis Fonsi se une a la familia de la Fundación Juegaterapia diseñando el pañuelo de este nuevo pelón. “Mi pañuelo está inspirado en las cosas que más amo de mi país Puerto Rico. El mar, el sol, la naturaleza, y nuestra ranita que nos canta todas las noche, el coqui. También hay una frase de una de mis canciones que llevo tatuada en mi corazón que es No Me Doy Por Vencido. Me encantó ser parte de esta hermosa iniciativa y poder diseñar mi Pelón. Poder aportar un granito de arena para brindarle una sonrisa a estos angelitos es un privilegio. Gracias por contar conmigo y que nunca nos demos por vencido”, comenta Luis Fonsi
Para los peques ha sido toda una experiencia conocer a Luis Fonsi. Sheila y Carlos, padres de Thiago, agradecen a Luis Fonsi y a la Fundación Juegaterapia haber contado con Thiago en este proyecto tan bonito y especial. “Cuando nos llamó Juegaterapia para proponérselo a Thiago, no sabíamos lo que íbamos a vivir. ¡Fueron momentos muy emocionantes! Estamos muy agradecidos con Luis por ser tan cariñoso, cercano, por estar pendiente de Thiago en todo momento y hacerlo todo tan fácil. Su complicidad y la magia que surgió en ambos, lo hizo aún más especial. Ver feliz a Thiago ha sido el mejor regalo”, apunta Sheila. “Gracias, Luis, te quiero” concluye el pequeño Thiago.
Estos muñecos solidarios no tienen pelo en homenaje a los niños enfermos de cáncer y se han convertido en un símbolo del cáncer infantil. Con los fondos que se recauden de su venta se transformarán los hospitales pediátricos hasta convertirlos en sitios alegres, divertidos y llenos de juego.