El afamado cantautor cubano Pablo Milanés deleitó a su público en el escenario de Puerta del Ángel en el marco de las celebraciones de los Veranos de la Villa de Madrid con un lleno total.
La caricia de Pablo
Si alguien no sabe cómo suena una caricia, que escuche a Pablo Milanés. El que no conozca el efecto de su tacto cautivador, que lo lea en las notas de su música. Si alguien ignora, en definitiva, qué significa querer, que lo
escuche, que advierta el cuidado sutilísimo que Milanés imprime en cada línea de sus letras, que deje a su cuerpo impregnarse del sentimiento hecho música.
La carrera de Pablo Milanés suma muchos años, haciendo que cada concierto se convierta en un producto con muchísima repercusión es un compositor valorado, que ha conseguido hacer de sus canciones un verdadero genero con un sinfín de
imitadores, pese a que el único que lo domina sea un propio inventor.
Un Woody Allen de la canción que siempre se sale con la suya: regresar una y otra vez sobre las mismas obsesiones líricas e idénticas fuentes de inspiración, aunque de mil y unas formas diferentes.
En todo caso, la estimulante y vitalista voz de este canta autor disfruta de un seguimiento masivo en nuestro país y es momento de recordar que textos como las canciones «Yo no te pido» o «Yolanda» han conseguido desplazar a un segundo
puesto en importancia, los hallazgos de buena parte del resto de componentes de aquella Nueva Trova Cubana, A la que él un día perteneció.
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