Muchas podrían ser las preguntas y respuestas que a priori nos podríamos hacer sobre quiénes son los Latin King y los Ñetas. Seguro que la primera percepción que se tiene por lo general es que son bandas delictivas de inmigrantes latinoamericanos y, concretamente, ecuatorianos. Pero no todo lo que brilla es oro y no todo lo que es noticia es la realidad. Estos jóvenes a los que conocemos porque han sido noticia en los medios de comunicación por lamentables acontecimientos aislados han sacado después de mucho trabajo, formación y persistencia su primer disco y video clip, un libro, un documental y un espectáculo de teatro hip hop. Todo es parte de un ambicioso proyecto de la Asociación Latin King, Ñetas y jóvenes de Barcelona “Unidos por el Flow”, que se presentó en Casa de América recientemente.
Disco y video clip
Después de dos años de trabajo coordinado desde el Kasal de Joves de Roquetes, enfocado en el distrito de Nou Barris, de Barcelona, en el que conviven un gran número de jóvenes inmigrantes y a raíz de la constitución de las asociaciones “Nación de Reyes y Reinas Latinos” y “Ñeta de Ayuda al Confinado”, empezó a trabajarse el proyecto “Unidos por el Flow”, en el que ahora participan jóvenes autóctonos e inmigrantes.
“En “Unidos por el Flow” tomamos como herramientas educativas la música, la danza o el teatro y, a través de estas manifestaciones, la convivencia, las relaciones de género o la interculturalidad con el fin de potenciar las habilidades artísticas de los jóvenes y ofrecerles una oportunidad profesional que encare su futuro artístico” explica uno de los coordinadores del proyecto, Xaime Ló-pez, alias Chispón. El CD y DVD editado y distribuido por K-industria, y disponible en las principales tiendas del país desde noviembre pasado, son resultado de un trabajo de alta calidad que navega entre zonas mestizas como el hip-hop, el reggaeton, el flamenco, el reggae o la cumbia, con un fuerte mensaje de no-violencia y tratando cuestiones como los conflictos de género, la pobreza, la inmigración o la problemática de la juventud en general. “Los temas compuestos por los propios jóvenes supervisados por profesionales han permitido un trabajo en común que busca transmitir sus experiencias y vivencias, huyendo de las ideas preconcebidas que a menudo se les atribuye”, explica López.
Un poco de historia
Todo empezó en el Casal de Roquetes, un barrio que, en los últimos 12 ó 15 años, ha pasado a convertirse en un barrio multicultural con la fuerte oleada de migración, especialmente proveniente de América Latina. En ella empezaron a convivir jóvenes reagrupados, hijos de familias inmigrantes que, frente a la falta de espacios, se agrupaban en parques y se encontraban en una realidad completamente distinta.
López recuerda que cuando empezaron a escuchar a través de los medios de comunicación sobre las bandas juveniles de inmigrantes quisieron conocer lo que en realidad estaba pasando, acercándose al individuo antes que al grupo, para saber de dónde vienen, porqué se reunían, qué hacían y a qué querían dedicarse. “Todo fue muy fácil a pesar de las trabas de los medios y de la sociedad que pone obstáculos en los procesos de convivencia. Entramos en contacto con los Ñetas y Lating King. Queríamos trabajar con caras y ojos es más fácil que trabajar con fantasmas”, explica.
Ñetas
El portavoz de la Asociación Ñeta de ayuda al Confinado (constituida en 2007), Alberto Villarruel, de Ecuador, cree que mucha gente a raíz de la constitución como organización juvenil ha disipado las dudas que tenía sobre quiénes son y a qué se dedican los Ñetas y los Lati Kings, especialmente en Barcelona. “Mucha gente se ha dado cuenta de que los Ñetas no somos jóvenes agresivos o conflictivos, que pueden producirse casos aislados de violencia pero no es el fin de la agrupación.
Realizamos talleres de canto, de cámara filmadora e informática para padres. Actualmente unos 200 jóvenes, la mayoría, un 70%, son ecuatorianos, seguidos de colombianos, dominicanos, peruanos, uruguayos, españoles”, indica. “Con el disco “Unidos por el Flow” nos dimos cuenta de que una de las maneras de expresar nuestros sentimientos era la música. Queríamos participar para que nos conozcan y se dieran cuenta de que los Ñetas y Latin King no somos enemigos ni violentos”.
Latin King
“El primer momento de la organización que se creó en 2006 pasó por la formación y el hecho de conocer y descubrir cosas nuevas a través de los talleres de teatro, informática, género, expresión corporal, etc.”, explica la ecuatoriana Érika Jaramillo, presidenta de la Asociación de Reyes y Reinas de Cataluña. “Dentro de los proyectos hemos sido los propios jóvenes los que más hemos trabajado junto al respaldo de educadores que han confiado y apostado por chicos de todas partes del mundo”.
“Cambiar la percepción de que somos bandas delictivas es un proceso difícil para quienes no entienden nuestra organización, Esto nos motiva a seguir creciendo. Somos concientes de que no porque grabemos un disco la gente y su percepción va a cambiar, esperamos que la gente se sensibilice con este tema”, señala Jaramillo. Carles Feixa, antropólogo catalán, ha investigado a los Latin King y ha vivido el proceso de los líderes de dar la cara. “Hace tres años, cuando la situación política y policial era distinta, se buscó que salieran de la clandestinidad ya que este problema lo crearon y agrandaron los medios de comunicación social que fomentaron que se hablara más de ellos como delincuentes y criminales. El cambio de visión hacia los grupos ha sido social, institucional, policial, vecinal. Antes de optar por detener o pensar que es un pandillero constatan primero por qué están reunidos y ese es el cambio fundamental”. Considera que el hecho de ser Ñeta o Latin King no se debe a que sean hijos de inmigrantes problemáticos. Detrás de todo ello hay una serie de situaciones que se dan en una etapa muy difícil como es la adolescencia, a ello se unen factores como el desarraigo, la adaptación a un medio totalmente diferente al que estaban acostumbrados, falta de espacios públicos donde reunirse, entre otros, lo que les ha llevado a conformar grupos juveniles como cualquier otro de autóctonos, pero que en este caso han tenido el detonante de producirse hechos aislados de violencia y de ser hijos de inmigrantes.
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