Reciprocidad incompleta
Perú y Colombia son los primeros países que no pertenecen a la Unión Europea cuyos ciudadanos podrán votar en España en comicios municipales. Y es que lo único que ha tenido que hacer España es aplicar el principio de reciprocidad que para este tema establece la Constitución Española. En ambos países latinoamericanos los españoles votan desde hace muchos años en elecciones locales. En Perú sufragan en este tipo de elecciones todos los extranjeros residentes.
No obstante la reciprocidad española se aplica de forma incompleta. Porque en Perú vota todo
extranjero que resida durante sólo dos años y no cinco. Preguntada por esta “reciprocidad incompleta”, la Vicepresidenta De la Vega señaló que los con venios “conceden el derecho a sus beneficiarios” pero que la puesta en práctica “se ajusta a la legislación interna de cada país”.
A la pregunta de si se ampliará de dos a cinco años el tiempo mínimo de residencia exigida a los españoles en Perú para poder acogerse a este derecho, la vicepresidenta respondió que lo desconocía porque esto compete al Gobierno Peruano. Todo indica que los españoles en Perú seguirán gozando del derecho con sólo dos años de residencia.
Españoles a los tres años
Asimismo, en la práctica, el requisito de residencia durante cinco años convierte estos convenios en una declaración de buenas intenciones, los deslucen. Porque cualquier latinoamericano que resida en España de forma legal durante dos años puede solicitar acogerse a los correspondientes convenios bilaterales con España de Doble Nacionalidad. El trámite dura alrededor de un año y medio o dos años. En consecuencia a los tres años y medio o cuatro de residir en este país los peruanos y colombianos ya poseen también la nacionalidad española y, como es lógico, pueden votar en todo tipo de elecciones, incluidas las generales.
La abogada Delina Álvarez, peruana residente en España desde hace una década, señala: “En realidad no entendemos por qué se ha mantenido la idea de que el derecho se conceda recién a quienes tienen la tarjeta de residencia permanente, que son aquellas personas que residen en España durante un mínimo de cinco años. Hubo una comisión en el Congreso, a la que se invitó a juristas latinoamericanos y de otras regiones para que aporten su parecer al respecto. Uno de ellos fue el abogado peruano Gílmer Alarcón, que hasta hace poco residía en España. Él planteó que en el caso de los latinoamericanos, que contamos con los correspondientes convenios con España de Doble Nacionalidad, se exijan como máximo dos años de residencia para votar en las municipales. También para aplicar el principio de reciprocidad en el caso de Perú.
Pero el Gobierno Español ha mantenido su postura inicial y, la verdad, es como si no hiciera nada o hiciera muy poco”. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores español, una portavoz, Pilar Cuadra, expresa que los convenios se han hecho pensando “en aquellos latinoamericanos que viven en España pero no quieren, por cualquier motivo, acceder a la nacionalidad española”.
Una oportunidad
En efecto hay quienes sí encuentran en las novedades legislativas una oportunidad. Es el caso de Mariella Rubio, una peruana que lleva residiendo en España más de un lustro pero que no ha solicitado la nacionalidad española. “La verdad es que podría haberlo hecho pero por una cosa u otra voy posponiendo el trámite. Ya se sabe que realizar trámites burocráticos toman tiempo y, la verdad, nunca encuentro el momento. Así que me siento feliz porque podré votar en las elecciones municipales de 2011. Creo que el derecho al voto es el siguiente paso en la verdadera integración de un extranjero que opta por un país diferente al propio. El primer paso, lógicamente, es contar con un puesto de trabajo y con el permiso de residencia. Por eso no creo que los convenios que nos dan ahora este derecho al voto estén de más. Es peor no tener la posibilidad”, señala esta peruana.
Para Manuel Silva, otro peruano afincado en España, el tema pasa por el “reconocimiento de la diversidad de los extranjeros que vivimos en España”. Él tiene ya la nacionalidad española y apunta que si el Gobierno Español va a legislar sin diferenciar a los latinoamericanos del resto de inmigrantes “se equivoca” ya que los convenios anteriores sí que dan prioridad a los latinos por los “lazos históricos que nos unen”. En cualquier caso Manuel no vota. Explica: “Para mí todos los políticos, o la gran mayoría, no cumplen con su promesa de servicio público. En Perú el voto es obligatorio así que ya bastante he tenido con que me obliguen a ir a tachar el voto o a votar en blanco, es absurdo, es una pérdida de tiempo.
Aquí me acojo a mi derecho a no votar pero, por supuesto, agradezco tenerlo, por si acaso”.
