Los comentarios de los periodistas llegados de diversos países de Latinoamérica eran unánimes: hacía mucho que Miami no era escenario de una presentación discográfica de tal magnitud. Ni la crisis del mercado musical ni la llegada de nuevos géneros que roban espacio al merengue fueron impedimento para que el intérprete de Pégame tu vicio presentara su disco número once bajo el sello Premium Latin Music –el mismo que lanzó a la fama al grupo Aventura– y con la promoción de F & F Media Corp, una de las agencias de marketing más importantes del mercado latino en Estados Unidos.
Dentro del yate –de unos 40 metros de largo y dos plantas– que partió de la bahía Biscayne, en el Dowtown, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad del Sol y por la que se pasean estrellas como Shakira, Chayanne o Alejandro Sanz, Eddy interpretó, junto a su orquesta, varias canciones de su nueva producción como Voy a llorar, Lo perdí todo o su tema promocional Cómo diablos. Los 120 periodistas llegados desde Venezuela, Colombia, Santo Domingo, México, Panamá, entre otros países, cayeron bajo el embrujo musical del merenguero y arrancaron a bailar entremezclados entre los familiares del cantante que no se querían perder ni un detalle del acontecimiento, un preámbulo de la celebración de sus 20 años como solista que cumplirá el próximo año.
“Mi Dios premia a los seres humanos y a mí me ha premiado en muchas ocasiones. Ahora lo hace con este trabajo discográfico y la presentación en un yate con medios de toda Latinoamérica. Eso es una bendición” dice a Ocio Latino horas más tarde sentados en el hotel cinco estrellas situado al borde del mar, en el que se alojan él y los periodistas que cubrimos la actividad.
Eddy es un entusiasta del merengue género que, junto a la bachata, explica, es el más representativo de República Dominicana. Según dice no cree que el género pase por momentos difíciles ya que durante el 2008 realizó nada menos que 33 giras internacionales, una prueba de que ese ritmo caribeño sigue vivo. “Nunca va a morir y mucho menos ahora porque yo lo agarro por las orejas y me lo llevo conmigo por donde quiera que voy. Soy muy feliz de representarlo y estoy orgulloso de ser dominicano y merenguero, uno de los géneros más bailados por los latinoamericanos” afirma con una enorme sonrisa.
Al finalizar una de las entrevistas el equipo de Eddy lo llama rápidamente. Los periodistas que estamos allí vamos con él hasta la otra habitación. En una pantalla enorme están pasando la entrevista que un prestigioso canal latino de Estados Unidos le hizo horas antes en el yate. Se le ve radiante y con un ánimo increíble. Todo su equipo está satisfecho, el cantante suspira y su rostro refleja mucha satisfacción. Al fondo la ventana del piso 34 en el que estamos nos regala un atardecer espectacular sobre las aguas turquesas de Miami.
A pesar de tener muchos éxitos, reconocimiento internacional y estar rodeado de lujo, el intérprete de Ajena se sigue manteniendo humilde y, mejor aún, rodeado de su familia, a la que profesa mucho amor. “Nunca he creído ser diferente a nadie por ser artista. Soy un hombre igual a los demás, muy trabajador y familiar, a veces me paso de buena gente (risas) Solo soy artista sobre el escenario”, asegura. De cerca su esposa y su hermano, quien a la vez es su manager, asienten.
Atrás quedaron aquellos años en los que Eddy Herrera quería ser beisbolista, de ello sólo la figura atlética aun lo acompaña, aunque ahora –confiesa– su pasión es el golf, deporte que practica dos veces a la semana. En cambio, de los seis años que pasó en la orquesta de Wilfrido Vargas el cantante aun mantiene el profesionalismo y el entusiasmo que pone a su carrera cada día. “Humildemente te digo que este disco está hecho con mucha calidad y con mucho sabor. Tiene un sonido popular y es muy variado. Tengo todo el optimismo del mundo en que este trabajo marcará una diferencia en mi carrera y en el merengue”, subraya y promete venir a España a mediados de año.
