El presidente Ecuatoriano Rafael Correa señaló ayer ante más de mil seguidores que a ningún ecuatoriano que haya retornado a su país se le cobrará la deuda hipotecaria que tenga con los bancos en España, tal como se rumoreaba en la comunidad ecuatoriana estos días. «Quien esté diciendo eso es un mala fe completo compañeros. ¿Cómo van a creer que en Ecuador se les va a cobrar la deuda?, primero eso es imposible, segundo, así sea posible ¡jamás se va a hacer!, es una barbaridad», dijo el mandatario.
La duda de sus compatriotas surgió tras el anuncio, que según dijeron les han hecho algunos bancos, sobre la posibilidad de cobrar o embargar algunos bienes en Ecuador a aquellas personas que una vez entregada su casa por falta de pago, cuenten aun con una deuda hipotecaria y hayan regresado a su país.
Correa señaló que además de ese tema, le había mostrado su preocupación al presidente Español José Luis Rodríguez Zapatero, respecto a los permisos de trabajo que por falta de un contrato -debido a la crisis- están perdiendo sus compatriotas. «A la gente que pierde su trabajo habría que concederle un tiempo prudencial para encontrar otro sin que tenga que perder (el permiso) de residencia y ser expulsado. Tengo que decir que de parte de España siempre encontramos apoyo en estas cosas, yo confío en el presidente Rodríguez Zapatero, creo que es un hombre sensible y solidario, pero en el resto de Europa no hay la misma voluntad», afirmó como resúmen a su participación en la Cumbre UE-América Latina celebrada en Madrid.
Respecto a la crisis en España el mandatario dijo no estar muy «optimista» y vaticinó que «seguramente tenderá a empeorar» y golpeará a Ecuador. Correa se reunió con sus seguidores en la facultad de Medicina de la Universidad Complutense, acompañado por alguno de sus ministros, dos diputados ecuatorianos y las autoridades ecuatorianas de España.
