Su carisma y su voz le han permitido abrirse camino rápidamente en las actividades de la colonia peruana. Su nombre de pila es Ángel, pero todo el mundo lo conoce como El León de los Andes, uno de los más destacados intérpretes del folclore andino. Nació en Huaraz un 15 de octubre de 1964. En la escuelita siempre era el elegido para cantar en las fiestas como el día de la madre, fiestas patrias o el día del padre. Su herencia musical, cuenta, le viene de su madre, quien también cantaba música folclórica en las reuniones familiares. Al terminar el colegio ya en Lima, entra al Ejército, siendo destacado a Huancayo. Allí también cantaba en las actuaciones cívicas que se celebraban en su batallón. Fue en esa tierra también dónde su amor por el huayno aumentó, ya que allí conoció la música del Chato Grados, Picaflor de los Andes y Flor Pucarina, «la música de ellas me encandiló», señala.
Al volver a la capital peruana decide entrar a la academia musical del Chato Grados, aunque sólo estuvo dos semanas ya que según le señalo su maestro, su perfección vocal era avanzada. A partir de allí se dedicó a la música participando en concursos, quedando en uno de ellos en segundo lugar.
El 2002 llega a España, a Salamanca específicamente, dónde deja a un lado la música para trabajar. En una visita a Madrid para celebrar un cumpleaños de su hermano, León toma el micrófono del local dónde celebraban el onomástico y deleita al público con su arte. A los dos años decide instalarse en Madrid y empieza a darse a conocer en la colonia peruana.
Sobre su participación en los Premios 2010 señala: «Lo más importante para mí es participar, hacer que el público conozca más mi música. Me gustaría que cada año se realice esta actividad para dar a conocer más la cultura peruana, además para que la gente no olvide sus raíces».
El León de los Andes grabó hace tres años un disco con huaynos del centro peruano, que fue adquirido por muchas personas en Madrid y el que espera comercializar aún más.
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