Los centenares de personas que siguen durmiendo en un albergue en Lorca son en su inmensa mayoría inmigrantes. Tras el terremoto que el pasado 11 de mayo causó la muerte de nueve personas gran parte de los 13.000 inmigrantes empadronados en Lorca – el 20% de la población en la localidad- se han quedado sin vivienda. Son principalmente ecuatorianos. También hay marroquíes, bolivianos y peruanos. Mientras los españoles de origen se han marchado a sus segundas residencias en la costa o a casa de familiares y amigos, los inmigrantes no tienen adónde acudir. Los consulados de sus países intentan ayudarles.
Texto y fotos: YOLANDA VACCARO
“Esto es terrible. Nos hemos quedado sin casa y encima llevamos días sin trabajar, perdemos unos 50 euros diarios de jornal. Claro que hay que agradecer a Dios porque no nos arrebató la vida”. Así nos recibe en el refugio del Huerto de la Rueda de Lorca, uno de los que se habilitaron al principio, la ecuatoriana Janet Quispe. Ella permanece en el refugio de La Torrecilla, lugar al que todos los damnificados fueron desplazados.
Como ella familias enteras se han quedado sin vivienda. A finales de mayo recibieron la visita del embajador de Ecuador en España, Galo Chiriboga. Desde el principio la SENAMI (Secretaría Nacional del Migrante Ecuatoriano) se ha ocupado de dar ayuda a los ecuatorianos en Lorca, una gran mayoría en la ciudad, adonde llegaron para trabajar generalmente en el campo.
En Lorca, tras la tragedia, se instaló un consulado itinerante ecuatoriano que permanecerá allí hasta que pase la necesidad.
La ministra de la SENAMI, Lorena Escudero, que visitó Lorca tras el terremoto para interesarse por sus compatriotas, anunció que se abrirá una sede de SENAMI en Lorca para que se canalice de manera efectiva las ayudas. “El objetivo es canalizar y apoyar en los trámites para que los ecuatorianos accedan las ayudas sociales y que en estos momentos sus necesidades fundamentales sean atendidas por el Gobierno Español”, indicó Escudero.
También se desplazaron a Lorca las cónsules de Bolivia y del Perú procedentes de las ciudades más cercanas.
Peruanos desplazados
Lissette Nalvarte, Cónsul General del Perú en Valencia, a cuya jurisdicción pertenece Murcia, recibió los testimonios de unos 50 peruanos que habían pasado dos noches a la intemperie en el Huerto de La Rueda. No había camas suficientes. Así lo contaron peruanos como Alberto Prada Benavides, Fernando Vaca Sánchez, Fernando Aragón Salazar, Edwar Rumiche Gallo, Freeddy Ismael Vallejos Rivera, María Luz Zea Castro, David Valderrama Pachas o Julio Oropeza. Nalvarte logró que pudieran dormir en carpas y les llevó comida caliente desde Totana porque también señalaron que la ración de comida que les daban en los refugios eran bocadillos, yogures, zumo y agua.
Como los ecuatorianos, casi todos los peruanos en Lorca trabajan en la agricultura y residen en viviendas alquiladas. “Nos quedamos en Lorca porque aquí hay trabajo. Tras el miedo estamos angustiados porque estamos perdiendo días de trabajo. Ya estamos pensando en alquilar otros pisos, los nuestros están dañados” indicó Verónica Rojas. En Lorca vive un centenar de peruanos.
Bolivianos afectados
María Cecilia Orellana, cónsul de Ecuador en Murcia, también acudió a ayudar a sus compatriotas afectados. Unos 500 bolivianos pasaron las primeras noches en los campamentos. Al cierre de esta edición más de la mitad ya había podido retornar a sus viviendas. Carmen Almendras, embajadora de Bolivia en España, igualmente se desplazó a Lorca a los pocos días del desastre para reunirse con las familias bolivianas damnificadas.
Yezenia Álvarez del Villar, peruana. Su casa quedó dañada.
Yezenia Álvarez del Villa Iparraguirre lleva siete años en Lorca. El terremoto la pilló en la vivienda que comparte con dos familias. “Felizmente ningún compatriota ha muerto. Pero nos hemos quedado en la calle”, indica. Los técnicos marcaron la fachada con un círculo amarillo, pidiendo precauciones, aunque está claro que no se puede permanecer dentro. No hay agua, gas, luz… Los cables han reventado y el suministro está cortado. “Nos da miedo regresar pero qué vamos a hacer”, indica. Casos como el suyo son la tónica general.
Merci Patiño, ecuatoriana. Testigo de tres muertes.
Merci Patiño, de Manabí, Ecuador, es propietaria de una cafetería en Lorca. Contó en una de las calles de Lorca que acompañada por su hija, de diez años, vio cómo una fachada cayó frente a su negocio sobre tres personas y murieron (son tres de los nueve fallecidos). Uno de ellos era su vecino, Rafael Mateos. “Lo vi agonizar, quería salir de mi cafetería a ayudarlo pero tenía a mi hija cogida de la mano y pensaba que si la soltaba la niña saldría corriendo, nos moríamos de miedo. Fue angustioso, terrible, no sabíamos si todo se caería” señaló a punto de llorar.
Ayudas
El Gobierno de España está concediendo ayudas de emergencia para propietarios y arrendatarios de viviendas que han quedado dañadas tras el terremoto. Para tramitar estas ayudas se tiene que acudir a las dos oficinas municipales instaladas en el Centro Cultural y el Centro de Desarrollo Local. Para ello hay que solicitar cita previa, que para evitar colas se puede gestionar tanto por Internet, en la sección del terremoto de www.lorca.es, como por teléfono llamando al 900 117 816″.
Los damnificados han creado las asociaciones “Lorca 11 de mayo”. http://www.lorca11mayo.org/ Teléfono: 968 970 034.
Datos
De acuerdo con datos proporcionados por el embajador ecuatoriano, en total se encuentran alojados en el campamento de “La Torrecilla” 1.416 personas de 26 nacionalidades. Uno de los mayores grupos es el ecuatoriano, con 247 personas, entre ellos 44 niños.
Los ecuatorianos que deseen recibir ayuda en Lorca pueden escribir a este e-mail:
ecuatorianosenmurcia@senami.gob.ec
También pueden ponerse en contacto con SENAMI – España al 91 501 76 82.
Consulado de Bolivia en Murcia: 968 25 28 54.
Consulado del Perú en Valencia: 96 351 59 27.
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