Ocio Latino.- Llegar a ganar un Premio Grammy Latino no es la aspiración de todos los artistas que hacen música en español o latina, pero la industria musical tiene diferentes resortes que los conducen a competir y desear este máximo premio de la música en la actualidad. Agrupados en distintas categorías o géneros musicales se busca cada año entre los mejores para coronarlos con tan preciado galardón.
En el caso de la salsa parece que la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación tiene poco donde elegir para conceder el premio, pues lleva un lustro sin tener entre su lista a nuevos valores que, aunque sea, vayan de comparsa en la prestigiosa lista anual de candidatos.
Este año los nominados a Mejor Álbum de Salsa 2012 son: Rubén Blades y Cheo Feliciano, Luis Enrique, Víctor Manuelle, Tito Nieves y la orquesta neoyorquina Mambo Legends Orchestra, conformada por los músicos del desaparecido percusionista Tito Puente. Todos son estrellas indiscutibles del género tropical y reinan en la salsa desde hace más de una década.
Sin duda son merecidas sus nominaciones, como lo son la de todos aquellos que han figurado en las anteriores ediciones. Pero el poco riesgo de los miembros de la Academia Latina de apostar por lo nuevo, el limitado despliegue comercial y la nula apuesta de sellos discográficos hacia este género musical, hacen que los artistas que irrumpen con este género en escena pasen desapercibidos.
Si repasamos la lista de nominados de los cinco años anteriores nos encontraremos, además de con los nombres ya mencionados, a otras estrellas salseras muy conocidas pertenecientes a este repetitivo bucle, como: Oscar D’León (69 años) o La Orquesta Guayacán (fundada hace 27 años). Y para citar a los más jóvenes: Gilberto Santa Rosa (50 años), Luis Enrique ( 50 años), Isaac Delgado (50 años), Maelo Ruiz (46 años), Marc Anthony (44 años) y Víctor Manuelle (44 años), apodado ‘El Sonero de la juventud’. Además de la única mujer que alterna en esta lista, La India. Para los Grammy Latino no hay más donde elegir.
La salsa que ha sido desplazada desde hace años por nuevos intereses comerciales y ritmos latinos en auge como el reggaetón. O ritmos tropicales muy fuertes en un determinado país, como el vallenato, la bachata y la cumbia, no sólo ha perdido inversores o el brillo comercial, también espacios en las cadenas radiales y salas de fiestas. Y lo que es peor, la posibilidad de forjar nuevos talentos que quieran continuar por el camino marcado por las estrellas en este género musical, todavía venerado por muchos pero marginado por la moda. / JLS