Valladolid.- Boris Izaguirre ha mostrado hoy en la Feria del Libro de Valladolid su satisfacción por haber contribuido a construir «un héroe femenino» en su última novela, Un jardín al norte. Considera que las heroínas solo son posibles en la literatura. En la vida real no tienen cabida, ha asegurado, porque se hace «todo lo posible por derribarlas». El personaje de Rosalinda Fox «no se detiene ante nada, lucha y consigue llevar adelante su independencia en una sociedad intolerante». La época retratada en su obra es la de la primera mitad del siglo XX, pero el escritor venezolano considera que la sociedad actual «sigue siendo muy intolerante con las mujeres».
Lo que el autor ha querido plasmar en su última obra no es otra cosa que «la defensa de la independencia, la defensa de ser mujer», ha dicho Izaguirre en una rueda de prensa ofrecida antes de encontrase con sus seguidores en el V Encuentro de Clubes Lectura. El escritor ha celebrado que su regreso a la cita literaria fuese precisamente para participar en una actividad con lectores y con una novela que desde que apareció el pasado mes de noviembre no ha dejado de darle «satisfacciones». «Creo es porque todo lo que ofrece es bueno», ha explicado sobre la historia de amor entre la mujer que también protagoniza El tiempo entre costuras, de María Dueñas, y el militar y político español Juan Luis Beigbeder, un personaje «incómodo» del franquismo. Desde el principio supo, ha dicho, que esa historia que fue real le iba a «permitir el gusto de escribir lo que quería escribir».
Izaguirre, autor de novelas como Azul petróleo, adquirió gran popularidad en España gracias a su faceta televisiva, una vertiente de su carrera que cree que le ha beneficiado como escritor: «Me ha permitido escribir en paz, pienso que hubiera sido muy desgraciado si no fuera popular, me ha dado un equilibrio emocional extraordinario», ha señalado. /FLV
