Escribe: Mabel Barreto / Ocio Latino /
Luis Battle Vilaseca, principal acusado por el caso Eurowork, se declaró culpable por la estafa a 5.350 ciudadanos colombianos, ecuatorianos, peruanos y centroamericanos a quienes engañó prometiendo que traería a España. Fue el miércoles 16 de marzo en la audiencia del proceso judicial que se le sigue en la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional.
Con esta aceptación de su responsabilidad penal la sentencia que lo declare culpable es inminente. Y ésta recogería el pedido del fiscal, que pidió cuatro años de prisión para Battle.
“Es menos de lo que merece, nosotros queríamos que tuviera el doble o más de años, pero hay que tener en cuenta que de todos modos se le está juzgando y pagará condena, considerando que estuvo fugado y lo difícil que fue capturarlo y traerlo a proceso”, señala Demóstenes Mamani, abogado de la ONG Coordinadora de Inmigrantes (Coin), que se constituyó como acusación particular en representación de muchos de los afectados.
Esta sentencia será una primera señal de justicia para los afectados, entre los cuales hay principalmente ecuatorianos, colombianos, 900 peruanos y también muchos centroamericanos que entre los años 2005 y 2006 creyeron en la oferta de la empresa Eurowork de conseguirles trabajo y visado en España.
Por cada oferta de trabajo se pagó 450 euros, lo que implica que el acusado y sus cómplices se apropiaron de aproximadamente un millón y medio de euros.
La estafa a los latinoamericanos que querían migrar a Europa implicaba el pago anticipado. Los afectados cumplían con hacer el pago y esperaban su contrato. Solo al ver que no se cumplía, que no había contrato ni viaje posible, denunciaron a los responsable de Eurowork.
Se plantearon denuncias en Granada, Alicante y Madrid, y también en algunos los países de los estafados, como Ecuador. Por las ramificaciones internacionales del caso se derivó todo al juzgado central de instrucción Nº 5 de la Audiencia Nacional de España.
Puesto contra las cuerdas de las denuncias y el proceso en España, Battle se fugó. Pero sus víctimas se habían organizado y contactado con redes de apoyo en varios países para ubicarlo. Así fue como lo descubrieron en Bahamas, trabajando como chef en un restaurante internacional.
Antes de ser extraditado para España volvió a fugarse, frustrándose el juicio programado para junio de 2013. Nuevamente activas, redes solidarias de jóvenes españoles lo identificaron entre Tailandia y Camboya. Fue detenido en octubre de 2014 por la policía tailandesa y extraditado a España en el verano del año pasado.
Con tanto retroceso su delito estuvo a punto de prescribir. “Esto era, indudablemente, lo que buscaba Battle”, afirma el abogado peruano Mamani.
El letrado anticipa que la sentencia le señalará al acusado el pago de una indemnización, pero éste se ha declarado insolvente.
Para responder a la pregunta de si los afectados podrán recuperar su dinero alguna vez, el abogado señala que confía en que “nuevamente la red de solidaridad que se tejió para capturar a Batlle busque y obtenga información sobre sus cuentas y propiedades”.
Si se logra este objetivo, podría informarse a la Audiencia Nacional y gestionar el cobro de indemnizaciones. Habrá que buscar en Bahamas, donde estuvo residiendo; Honduras, donde reside su esposa, y otros lugares.
“Definitivamante para este tipo de delitos se actúa a través de testaferros”, apunta el abogado. Lo importante es que el brazo de la justicia está actuando ya para sancionar al autor de esta megaestafa, que bien puede considerarse la más grande cometida contra potenciales migrantes a España.
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