Ocio Latino.- Mario Vargas Llosa cumple 80 años que celebra con nueva novela –“Cinco esquinas”-, nueva pareja y nuevos retos. En las notas que recuerdan la fecha hay miradas de retrospectiva y resúmenes de su vida. Pero el importante escritor peruano vivo ha decidido entrar en esa etapa en la que otros octogenarios priorizan horas con los nietos con una marcha “a todo tren”, como se le dice en Perú a un momento de plena y veloz producción.
Al ganador del Nobel le hace ilusión, incluso más que el premio de la Academia Sueca, según ha dicho, la próxima publicación de sus obras en la legendaria colección de La Pléiade, que reúne una exquisita selección de la literatura universal.
Este año la celebración del cumpleaños ha sido en Madrid. Como se recuerda, España le dio la nacionalidad en 1993, ante rumores de un probable retiro de su nacionalidad peruana por parte del gobierno de Alberto Fujimori. Como todos los ciudadanos peruanos nacionalizados españoles, conservó su nacionalidad de origen, pero el hecho ocasionó toda una polémica entre los peruanos.
La cena en el Hotel Villamagna reunió a la crema y nata del mundo político y académico hispanoamericano, incluyendo seis expresidentes, según ha consignado El Mundo.
Lo cual no es extraño pues el escritor siempre ha tenido el acontecer político peruano, español, de Hispanoamérica y del mundo entre sus inquietudes principales. Incluso, como se sabe, postuló infructuosamente a la presidencia del Perú en 1990. El que no fuese presidente permitió su total dedicación a la literatura.
A lo que no renunció es a su derecho a pronunciarse. Este año lo ha hecho ya en relación a la carrera presidencial peruana, señalando una vez más su crítica acérrima al fujimorismo, en momentos en que la hija de su ex contendor, Keiko Fujimori, ocupa el primer puesto en la intención de voto.
Elegir a esta candidata, ha dicho el escritor, sería “ (una) reivindicación de la dictadura, probablemente, la más corrompida de la historia del Perú”.
Vargas Llosa solía pasar sus cumpleaños en Arequipa, su tierra natal, con toda su tropa familiar. Es decir, con Patricia y los tres hijos de ambos. Hoy en Madrid lo acompañó su hijo mayor, Alvaro. Y, por supuesto, estuvo con Isabel Preysler.
Desde Perú lo han saludado los diarios, instituciones como la Casa de la Literatura, que ha bautizado a su biblioteca con el nombre del escritor, los periodistas, sus lectores…
En redes sociales ha habido recordatorios, encuestas, fotos, artículos, selección de sus frases. Aquí nos quedamos con ésta: «Si pensara que la vida ya me dio todo, no estaría aquí sonriendo».
Porque aunque muchos a su edad pensarían con gusto en el retiro, él no solo no lo piensa ni por asomo, sino que sigue adelante, a todo tren, con su vida de novela.