Por Víctor Sánchez Rincones
Erick Morillo, quien participa en el International Music Summit en Ibiza, jornadas en las que charlas, entrevistas y mesas redonda se suceden a lo largo de tres días y en las que asisten un montón de artistas y personas clave dentro de la industria de la electrónica, declaró en una rueda de prensa su adicción por las drogas y el alcohol, situación que por poco le cuesta la amputación de un brazo.
«En un momento dado no podía ni orinar. En una ocasión se quedó bloqueado y era tal el dolor que tuvieron que llevarme al hospital, me anestesiaron y al despertarme me habían quitado una parte del brazo porque la tenía muy infectada de inyectarme ketamina».
Una de las razones que apuntan a estos problemas del artista es el ver que los jovenes djs llegaban a la escena y empezaban a tener más éxito que él. «Mi ego no podía soportar que yo ya no era el lider de la manada. Ahí es cuando las cosas empezaron a desmadrarse. Luego empecé a hacer música y a pinchar música que no me gustaba. Ahí es cuando las cosas empezaron a ir muy mal». Sobre su adicción a la ketamina, el artistas comentó que «le puso en una realidad que no era real».
Y tras hablar de las tres veces que ha tenido que ir a rehabilitación, el artista se despedía con un consejo: «Stay true to yourself. Stay true to the music you love».