Ocio Latino-. “Cuando yo vivía aquí en Denver, lavaba platos para ganar un poquito de varo para sobrevivir. Era un trabajo bien pesado. Lava platos desde las 7:00 am hasta las 5:00 pm”, cuenta Fher. “Yo pienso que eran miles de platos. Ollas grandes que se lavaban con un chorro de agua muy potente. También hacía ensaladas. El chef me traía en chinga”, recuerda entre carcajadas.
“Era una forma de ganarme la vida, teníamos la banda Sombrero Verde. En un día libre me vine para acá, de turista al Anfiteatro de Red Rocks. Era domingo, no había concierto, no había nada. Solo vine a conocer Red Rocks”, continua. “Había visto un video de U2, ‘Sunday Bloody Sunday’, que se grabó aquí, y dije: ‘Qué alucinante lugar. Algún día voy a tener que venir a tocar aquí’. Y sí. Pasaron 20 años y venimos a tocar una noche con Maná y dos noches con Maná y Carlos Santana”, cuenta un Fher nostálgico.
“Cuando estábamos tocando le dije a la banda que bajara un poco el volumen a la música para que le pudiera contar la anécdota a la raza. Les dije que me había decretado tocar en este lugar 20 años atrás, y que ese día se había cumplido”. La anécdota de Fher es una de las millones de historias de éxito de los inmigrantes en Estados Unidos que necesitan ser contadas.
“Pónganse truchas con lo que se decreten, porque se puede convertir en realidad. La neta”, termina Fher.