Ocio Latino-. En un resultado sorpresivo, con el 99,89% de las mesas escrutadas, el 50,22% de los colombianos (6.430.604 Votos) se manifestaron por el «No» en el plebiscito de este domingo para ratificar o no el acuerdo por la paz con las FARC y el 49,77% lo hicieron por el «Si» (6.373.382 Votos).
El resultado era impensado, luego de la firma del acuerdo del lunes pasado, en Cartagena, entre el presidente Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, alías Timochenko, al que asistieron mandatarios y lideres mundiales, que parecía ponerle fin a un conflicto armado que lleva más de 52 años y dejó millones de víctimas en la nación sudamericana.
El gobierno ha dicho no tener un plan B si triunfaba el voto negativo a la pregunta: «¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?».
En un escueto pero contundente mensaje, Santos anunció que se mantendrá el cese el fuego y que convocará a todas las fuerzas de la oposición para ver el camino a seguir. “No me rendiré y buscaré la paz hasta el último minuto de mi mandato”. También dijo que enviará al jefe negociador del gobierno a La Habana para estar en contacto permanente con los líderes de las Farc.
A su vez, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, máximo comandante de la guerrilla, aseguró desde Cuba que las Farc “mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia futuro”.
“Con el resultado sabemos que nuestro reto como movimiento político es todavía más grande y nos requiere más fuertes para construir la paz estable y duradera”, agregó. El plebiscito debía superar un umbral del 13% de participación electoral, es decir 4,4 millones de votos, mientras que 34 millones de colombianos estaban habilitados para acudir a las urnas. A pesar de que todas las encuestas le daban a la opción del “Sí” más del 60% de las preferencias frente al “No”, la campaña liderada por Santos no logró imponerse.
De esta manera, el gran ganador de la jornada era el ex Presidente Alvaro Uribe, quien llamó a votar por el “No” tras rechazar el supuesto hecho de que los guerrilleros que cometieron asesinatos o abusos no pasarían un día en la cárcel por la llamada “justicia transicional”.
Uno de los grandes fantasmas que rodeó la jornada fue la alta abstención. De hecho, sólo sufragaron 13 millones de ciudadanos (37% del padrón). Según el diario El Tiempo, el voto en las ciudades capitales fue determinante para el triunfo del No.
“Yo voto porque quiero un cambio, pero la mayoría de los jóvenes no vota, es difícil movilizarlos, y menos con este día de lluvia”, dijo John, de 25 años, en Bogotá.
¿Qué pasará ahora?
Si bien el plebiscito no era vinculante, abre un escenario de pesadilla para el gobierno de Santos, pero también para la guerrilla. Esto, porque el “No” podría generar una renegociación de consecuencias impredecibles. El gobierno había insistido en que no habría vuelta atrás, pero ahora el gran temor es que en una renegociación las Farc no querrán perder lo que ya ganaron en los diálogos en Cuba.
En medio de un ambiente de shock, los analistas colombianos sostenían que el triunfo del “No” se debía a la alta desconfianza ciudadana que aún generan las Farc, sumada a una supuesta arrogancia que exhibió Santos en las últimas semanas. El mandatario sólo cuenta con un 30% de apoyo popular y si bien su acuerdo de paz recibió elogios en el continente, en Colombia había escepticismo.
A su vez, la oposición insistió en que el proceso de paz se lo apropió Santos y la guerrilla, pero que se debió incluir a toda la sociedad colombiana. Incluso, líderes de la oposición solicitaban anoche que el próximo diálogo no debía tener lugar en La Habana, sino que en otra ciudad.
Antes del plebiscito también habían muchas dudas por el tránsito hacia la política que debían transitar las Farc. Gracias al acuerdo, la guerrilla tendría cinco escaños en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes asegurados durante dos períodos consecutivos a partir de 2018. Esto también generó rechazo y explicaría en parte el triunfo del No.
Tras el plebiscito, el próximo paso era la entrega de armas en 23 veredales y ocho campamentos especialmente designados por ambas partes, en un período de seis meses. Pero ahora todo está en suspenso.