Por: Víctor Sánchez Rincones
Ocio Latino-. Tomarme el tiempo de escribir esta nota, como dicen los españoles, tiene tela, y más aún cuando lo que yo escribo quizás no lo lean. Porque muchas veces lo que para ti es placer para otros es una mierda. Pero a dónde quiero llegar con este irrisorio párrafo. Sencillo: voy a describir el vídeo de la nueva canción de Residente como líder de su propia historia. Una historia que empezó con Calle 13, y que ahora, con su nuevo proyecto musical -que viene acompañado de un vídeo- grita al mundo que es anormal.
Sin palabras lo que he visto. De entrada una negra abierta de patas que escupe seres humanos anormales, que luego se enfrentan en una batalla campal y terminan en un carnaval lésbico-homosexual en el que no hay fuerza sobrenatural que detenga sus lengüetazos.
Admiro a René por atreverse a ser incomprendido, quizás más de lo que él piensa. Es una incomprensión que sacude los sentidos, que nos deja con la boca abierta frente a la pantalla del ordenador y que interiormente nos sumerge en un mundo en el que pocos son capaces de gritar que son anormales.
René se atreve a romper con lo establecido. Atrás quedó el tiempo de los sonidos urbanos en el que con «Atrévete» irrumpió con una fuerza inusitada en el mundo de la música. Pero él quiso desmarcarse de esas figuras que sólo piensan en lo material y en sacar éxitos tras éxitos para alimentar sus chequeras y su puto ego.
Ahora René se replantea la vida de una forma honesta, en el que lucha a diario con aquellos que no ponen su música en la radio pero que es aplaudida por seres anormales como el que escribe esta nota. Aplaudo su rebeldía, su arte, su forma de pensar y ser. René es un transgresor, un hombre que no es de estos tiempos, quizás más adelantado a la hipocresía de una sociedad que no concibe a una negra con una vagina inmensa que puja para traer a este indolente universo a seres anormales. Te felicito René porque quizás tú no leas esta nota, que al igual que yo, también en muchas ocasiones nos enfrentamos a nuestros propios temores.