Ocio Latino-. Familiares de Ana Julia Quezada, de origen dominicano, principal sospechosa del asesinato del niño de 8 años Gabriel Cruz en España, expresaron su sorpresa y la definieron como poco familiar, según publicó la prensa local.
«Lo encuentro extraño, nosotros somos muy humildes, nos ganamos el pan con el sudor de la frente. No creo que ella, que viene de abajo con sacrificio y esfuerzo, le venga un pensamiento y le arranque la vida a un inocente», dijo un hermano de la detenida, Juan José Quezada, en declaraciones a un informativo local de televisión.
Tras conocer por los medios de comunicación la detención de su hermana, Juan José Quezada manifestó que debe tratarse de algún tipo de montaje contra ella, «eso es un biberón que le están montando», dijo a «Noticias SIN» en la comunidad La Cabuya, en la provincia de La Vega, donde reside la familia de la detenida.
La madre de Ana Quezada, Juana Cruz, también expresó su sorpresa y dijo que sus hijos nunca se han visto envueltos en conflictos con la ley, por lo que entiende que si es culpable fue «el demonio que la indujo a cometer el hecho», al tiempo que pidió que se haga una profunda investigación, según publicó en su página web «Listín Diario».
Juana Cruz añadió que su hija viajó a España hace 26 años y la definió como una persona descuidada y desentendida con su familia en República Dominicana, según el diario.
El cadáver de Gabriel fue encontrado el domingo por las fuerzas de seguridad españolas en el maletero del coche de la arrestada, Ana Julia Quezada, quien además es actual pareja del padre del niño y estuvo colaborando estrechamente con el resto de la familia para su localización.
El pequeño desapareció el 27 de febrero tras salir de casa de su abuela para dirigirse a la de unos familiares, situada a escasos metros, en la comarca de Las Hortichuelas, en Níjar (Almería, sur de España).
Ana Julia Quezada, de 44 años, llegó en 1995 a Burgos procedente de su país natal, la República Dominicana, y se instaló junto a sus dos hijas de dos y cuatro años en un piso de esta ciudad.
La hija de 4 años falleció en 1996 al caer desde una ventana de la vivienda en Burgos a un patio interior, un caso que se cerró como una muerte accidental.
La Policía española está realizando gestiones con el Juzgado que investigó esta muerte para decidir si reabre este caso, según fuentes de la investigación.