Ocio Latino-. El diario El Nacional ha confirmado que el pasado día 3 de octubre un comando especial de las fuerzas venezolanas atrapó a Danud Hanid Ortiz buscado por la Interpol desde el 2016 por el asesinato de dos mujeres cubanas y un hombre ecuatoriano en un despacho de abogados en Madrid.
El arresto tuvo lugar en un apartamento de Residencias el Yagual donde Ortiz se encontraba presuntamente visitando a su familia. Ortiz es un exmilitar norteamericano de origen venezolano, veterano de la guerra de Afganistán quien cometió un terrible crimen en España, conocido como el Triple Crimen de Usera, por el cual ha estado buscado en los últimos dos años.
Se estima que en los próximos días sea deportado a España para comparecer ante las autoridades.
Dahud Hanid-Ortiz, exprimer teniente del ejército estadounidense, enfrenta una orden de búsqueda y captura que emitió un juzgado de Madrid a la Interpol, por ser el asesino de las cubanas Elisa Consuegra, de 31 años, y Maritza Osorio, de 46.
Según reportó El Español, el crimen tuvo un móvil personal puesto que el militar estaba casado con una médico alemana que mantuvo un affair con el abogado peruano Víctor Joel Salas, en cuyo despacho aparecieron muertas tres personas aunque él era el blanco.
De acuerdo con las investigaciones, Hanid llegó al bufete sobre las 2 p.m. y preguntó por el abogado a las dos cubanas que trabajaban en el lugar. Ellas le comunicaron a su jefe que había una persona muy nerviosa que preguntaba por él, pero este no se apareció.
Según fuentes oficiales, Hanid fue al baño y sacó un machete con el que degolló a Consuegra y se lo clavó cerca del tórax. Osorio, al percatarse de la situación tomó una palanqueta para defenderse pero el militar era más fuerte que ella y le destrozó la cabeza con la misma palanqueta.
Tras este episodio, el asesino esperó a que llegara el abogado, pero en su lugar llegó el ecuatoriano John Pepe Castillo, un cliente que pagó las consecuencias y fue asesinado con la misma palanqueta tras recibir un golpe en la cabeza que le destrozó el cráneo.
Después del acto, el asesino quemó los cuerpos con gasolina y se fue. Aparentemente huyó hacia Alemania para después ir a Estados Unidos, aunque nunca se descartó que se pudiese estar refugiando en Venezuela.