El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha invitado a 10 líderes iberoamericanos a una reunión por videoconferencia este miércoles para pedir a las instituciones financieras internacionales que den una respuesta contundente y ambiciosa a las necesidades económicas de la región con motivo de la pandemia de Covid-19.
Fuentes del Ejecutivo han señalado que la iniciativa lleva semanas madurándose, pero se produce en un momento en que la región se ha convertido en el epicentro de la pandemia, con la consecuencia de que el PIB se contraerá en 2020 un 5,2 por ciento y 29 millones de personas caerán en la pobreza.
La iniciativa parte del análisis de que los países latinoamericanos no reciben todo el apoyo que deberían de las instituciones financieras internacionales, porque al ser países de renta media quedan fuera de los instrumentos diseñados para los países menos adelantados.
Sin embargo, son países con grandes bolsas de pobreza y de desigualdad, así que España quiere sumar fuerzas con ellos para pedir a las instituciones un enfoque innovador que supere esa clasificación.
En la reunión por videoconferencia participarán los presidente de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, Paraguay, República Dominicana y Uruguay, así como la primera ministra de Barbados en su condición de presidenta de turno del Caricom.
También estará la directora gerente del FMI, Kristalina Giorgeva; el presidente del BID, Luis Alberto Moreno; el del Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Carranza; el del BICE, Dante Mossi y el vicepresidente ejecutivo para América Latina del Banco Mundial, Felipe Jaramillo. También la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (CEPAL), Alicia Bárcena, y la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.
La reunión se celebrará a puerta cerrada y concluirá con una declaración en la que los presidentes pedirán a las instituciones que estudien nuevos instrumentos de apoyo, desde elevar sus flujos de inversión hacia estos países hasta elevar las garantías de estas instituciones para apalancar inversión privada o fondos especiales público-privados para infraestructuras.
También se planteará la posibilidad de que el FMI amplíe o reasigne derechos especiales de giro, así como medidas de alivio de deuda para los países que puedan estar en una situación insostenible, pero esto es una posibilidad que se estudiaría caso por caso. En todo caso, el abanico de medidas son sugerencias y no es vinculante.
MEDIDAS QUE BENEFICIEN A TODA LA REGIÓN
En cuanto a los países participantes, las fuentes han explicado que se ha hecho una selección de aquellos con quienes se ha considerado que puede sacarse adelante esta iniciativa pero con la idea de que las medidas que se logren beneficien a todos.
Además, han añadido que todos los países que quieran sumarse podrán hacerlo. No estarán en la reunión ni Brasil ni México, las mayores economías; en el caso de México, el presidente faltará por un problema de agenda, pero ya se ha trabajado con su Gobierno; en el de Brasil, apuntan que estarán encantados de que se sume.
No se trata de poner una cifra de ayudas, sino de que se diseñen nuevos instrumentos que se salgan de la operativa habitual de las instituciones. En todo caso, las necesidades son grandes, teniendo en cuenta que la salida de capitales de la región se estima en 25.000 millones de dólares, de manera que la clave, insisten las fuentes, es la potencia de fuego de la que disponen las instituciones financieras internacionales. / Europa Press