Ocio Latino-. El Consejo de Ministros extraordinario ha declarado el estado de alarma en la Comunidad de Madrid durante 15 días, el máximo que permite al Gobierno la Constitución, y que permitirá cerrar la capital y recuperar las medidas restrictivas en toda la región que había aplicado el Ejecutivo hasta que fueron tumbadas el jueves por el Tribunal Superior de de Justicia de Madrid tras la reclamación de la Comunidad: reuniones limitadas a 6 personas, aforo del 50% bares y la hora de cierre a las 23.00 horas.
La Moncloa ya ha dejado claro que las medidas son exactamente las mismas, solo cambia el marco jurídico que las ampara. “Las mismas, ni una más ni una menos”, ha dicho el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Hasta 7.000 policías, en una operación especial, controlarán el cierre de la capital. Para prorrogar el estado de alarma después de ese plazo, tendría que aprobarlo el Congreso.
El presidente, Pedro Sánchez, habló con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mientras se estaba produciendo el consejo para comunicarle la decisión. Ella le pidió tiempo, pero él le confirmó que el Consejo estaba declarando la alarma.
Sánchez le explicó a Ayuso que le había dado tiempo suficiente para evitar esta decisión, incluso decidió retrasar la reunión del Gabinete de las 8.30, la primera convocatoria, a las 12.00 para dar margen al Ejecutivo regional a contestar. Pero el Consejo había comenzado ya y Ayuso ni siquiera había llamado.
Fue la vicepresidenta Carmen Calvo quien telefoneó al vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado, poco antes de empezar la reunión de los ministros del Gobierno para preguntarle por qué no llamaba Ayuso. Y poco después la presidenta marcó el teléfono, pero ya sin margen de maniobra. Sánchez pidió a Ayuso que apoye el estado de alarma, pero ella lo rechazó. “La declaración del Estado de Alarma en Madrid era evitable. Había alternativas. Lamentablemente los políticos hemos vuelto a fracasar. Las consecuencias las pagan los ciudadanos. Mis disculpas por ello”, ha señalado Aguado en twitter.