Ocio Latino-. Carlos Saúl Menem murió este domingo a los 90 años en el hospital Los Arcos, en la localidad de Palermo (ciudad de Buenos Aires). El expresidente peronista, nacido en la provincia argentina de La Rioja, falleció a causa de una infección renal, aunque ya había sido diagnosticado en junio pasado de una neumonía. Su cuerpo será velado en el Congreso de los Diputados.
El que fuera el presidente que durante más tiempo gobernó la Argentina -durante diez años (1989-1999), de ahí que a su mandato se le conociera como la «década menemista»-, y el que devolvió el poder al peronismo, practicó una fuerte política económica liberal, con la desregulación del mercado y la privatización de empresas públicas, además de protagonizar varios escándalos de corrupción.
Pero también fue quien logró domar la inflación (un mal que sigue persiguiendo al país) a través del llamado «Plan de Convertibilidad», de manera que la moneda nacional, el peso, valía lo mismo que el dólar. Así consiguió frenar la emisión de moneda para financiar al Estado y recuperó la confianza de los inversores del extranjero. Además, los argentinos podían comprar en ese momento productos de fuera, algo prohibitivo en la actualidad con una moneda totalmente devaluada frente al dólar y al euro.
Sin embargo, al terminar su mandato, en 1999, la economía argentina sufría un enorme retroceso, con altos índices de paro y pobreza. Dos años después llegaría el caos social y económico, que dio la vuelta al mundo y que estuvo marcado por lo que se conoció como «Corralito» (restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de los bancos) y la sucesión de cinco presidentes en tan solo once días.
Menem consiguió modificar la Constitución a través del llamado Pacto de Olivos con el radical Raúl Alfonsín (al que sucedió en la Presidencia), lo que le permitió acceder a la reelección en 1995. Su segundo mandato no fue tan bueno como el primero. «Fue un error político pese a que él era un hombre de tremendo olfato. En la segunda presidencia empezo una declinación», recuerda la abogada Cristina Guzmán, quien fue diputada por la provincia de Jujuy, y que relata un gesto que se echa mucho de menos en la política argentina actual: «El recuerdo mayor era el de su concordia y su respeto a la oposición, aparte de que veníamos de un proceso democrático iniciciado por Alfonsín que él consolidó», señala Guzmán, sin dejar pasar la parte «oscura» de su mandato, vinculada a la venta de armas a Ecuador, entre otras polémicas.
Durante su presidencia se produjeron los peores atentados en el país: contra la Embajada de Israel, en 1992 y la Asociación Mutual Israelita Argentina, más conocida como AMIA, en 1994.
Guzmán se presentó en el año 1989 con Ángeloz (vicepresidenta y presidente, respectivamente) para competir frente a Menem. «Finalmente ganó él y cuando estaba formando su gabinete, recuerdo que me llamó por teléfono recién electo para pedirme mi opinión acerca de un político de mis filas que él quería nombrar ministro de Acción Social. Nadie hace eso, nadie consulta, cuando te vas a llevar a a alguien de otro partido no preguntas. Era generoso políticamente».