A Diego Boneta “Luis Miguel. La serie” (Netflix) le cambió la vida. El éxito internacional de la biografía del cantante mexicano supuso un antes y un después en su carrera pero también ha despertado un reto, el de desvincularse de un personaje que lo absorbió por completo para evitar el temido encasillamiento.
En una entrevista con Efe en Madrid, donde el actor asistirá el domingo a la ceremonia de entrega de los Premios Platino del Cine Iberoamericano, el mexicano habla sobre el futuro tras “El sol de México” y los retos del sector audiovisual hispanoamericano.
Boneta (Ciudad de México, 1990) está nominado a estos premios -que celebran al cine y la televisión en español y portugués- por su papel en “Nuevo Orden”, la película de Michel Franco (ganadora del León de Plata del 77 Festival de Venecia) que es un ejemplo de lo que quiere seguir haciendo, personajes extremos que le hagan crecer como actor.
Pregunta: ¿Qué le parece su nominación a los Premios Platino, que celebran el cine iberoamericano?
Respuesta: Es un gran honor. Son unos premios muy importantes y especiales porque juntan a toda la comunidad del cine y la televisión de toda Iberoamérica. Es mi segunda nominación, ya lo estuve con «Luis Miguel» y es muy especial.
P: ¿Qué ha significado esta película para su carrera?
R: Que no tuviese nada que ver con lo previo lo hizo tan especial y haber ganado el premio del jurado en el Festival de Cine de Venecia fue una locura (…) Es una película muy relevante con lo que esta pasando en el mundo, en muchos países, la polarización y la falta de empatía existe, es algo que está sucediendo en todas partes.
P: Antes de «Nuevo Orden» no le ofrecían papeles en México porque, en sus palabras, «no me veían lo suficientemente mexicano». ¿Esto está cambiando?
R: Me fui a Estados Unidos porque cuando quería hacer castings para películas mexicanas no me veían como un actor mexicano. Creo que el ser mexicano se lleva en el corazón. Yo nací en México, tengo una mezcla, tengo pasaporte español, mi abuela era murciana y la familia de mi abuelo del País Vasco, mi madre nació en Estados Unidos. Por eso Michel (Franco) y yo conectamos tanto, él está visto como un “outcast” (rechazado), en ciertas cosas. Espero que después de esa película y de Luis Miguel ya me vean como mexicano.
P: La película, que despertó mucha polémica en México, trata sobre las diferencias raciales y sociales. ¿Están realmente tan presentes?
R: Para mí el problema de la película no tiene que ver con el racismo, sino con la polarización y la falta de empatía. El discurso se fue mucho por lo racial. Mucha gente no vio la película por el tráiler y la juzgó por eso. Pero al ver la película te das cuenta de que no es una historia de indianos contra gente de clase alta, no tiene nada que ver con eso. De hecho, el antagonista es el ejército (…). Es una advertencia de qué sucede cuando no hay diálogo.
P: ¿Cree que la revolución de la que habla la película podría suceder en México, donde además tienen un presidente cuya visión del pasado genera tanta polémica?
R: No me quisiera meter al lado político (…). Creo que son temas muy delicados. Lo más importante es que la gente vote, hubo elecciones hace poco en México, y dentro de tres años hay otras. Hay mucha gente que no está contenta. Trato de tener cuidado con los temas políticos, no soy politólogo, soy actor, es delicado cuando los actores hablan de política.
P. ¿Cómo ve la vida sin Luis Miguel?
R: «Luis Miguel, la serie» me cambió la vida. Fue un proyecto que me dejó tanto, que demandó mucho, y fue un aprendizaje increíble. Hay pocas actuaciones que requieran de ese nivel de transformación y era la primera vez que me tocaba tener que hacer algo así (…). Vendrá otro reto y para mí es importante el ir tomando pasos hacia adelante actoralmente, no quedarme cómodo y siempre ir empujando. Por eso es que «Nuevo Orden» no tiene nada que ver con «Luis Miguel» y el próximo proyecto será igual, quiero que no tenga absolutamente nada que ver con lo que hice anteriormente.
P: ¿Y en qué se basará esa decisión?
R: Lo más importante que dejó «Luis Miguel» fue el iniciar mi carrera como productor y gracias al éxito de la serie, que nadie se esperaba, de repente muchas plataformas se nos acercaron a preguntarnos «¿Qué van a hacer después?». Nos dimos cuenta de que antes no había proyectos que rompieran con el estereotipo del latino. No eran proyectos que me emocionaran, algo que pudiera trascender, ir mas allá de otros proyectos latinos. Y me di cuenta de que si no estaban había que crearlos.
P: ¿Siente que no se estaba contando bien México y Latinoamérica por los estereotipos?
R: Sí, creo que va por mucho mejor camino, yo noto una diferencia abismal hoy en los proyectos que ofrecían para latinos cuando me mudé a Los Ángeles hace 14 años. ¿Qué serie veían en EEUU en español? No fue hasta que salió «Narcos» que cambió el esquema, y después «La casa de papel». Todo es reciente (…) Veo y noto un cambio y está en nosotros el seguir empujando y ser parte del cambio en lugar de quejarnos. Y en unir fuerzas, algo que le hace falta a la comunidad de cine y televisión latina es unión. EFE