Escribe José Luis Salvatierra
La Embajada de Perú en España organizó una Cata de Pisco que fue más allá de examinar el sabor de la bebida bandera del Perú, fue una cata enriquecida con una narrativa sobre la historia y tradición del destilado que enorgullece a los peruanos.
Presentada por Lucero Villagarcía, sommelier con amplia trayectoria en la promoción de la bebida peruana, expresidenta de la Asociación Peruana de Sommeliers; fue dirigida especialmente a especialistas del sector, chef y bartenders.
Una cata que Lucero Villagarcía fortaleció resaltando la historia del pisco, que se remonta a más de 400 años, cuando surgió por primera vez el nombre Pisco, destacando su tradición artesanal, que aún se mantiene viva con hasta más de 500 productores de pisco, especialmente al sur del Perú; desde Lima, pasando por la provincia de Pisco, que da nombre al destilado, hasta Tacna.
Además, la sommelier detalló el proceso de elaboración del pisco, un destilado de la uva con mucha personalidad al que llamó “el espíritu de la parte noble del vino”.
Durante la cata, el pisco se sirve con cuidado, se observa su transparencia, se huele sus distintos aromas, se prueba a sorbitos para identificar sus variados sabores a fruta, a flores o a roble y se elige un buen maridaje con platos salados o dulces.
Después de la gastronomía peruana, el pisco está abriendo muchas posibilidades de internacionalización de este producto peruano. En las coctelerías y restaurantes españoles cada vez se encuentra más un Pisco Sour en sus cartas, aunque como dice Villagarcía, todavía falta profundizar en la variedad de posibilidades que ofrecen los 3 tipos de piscos, incluso en el mismo Perú.
El Pisco Puro, Pisco Mosto Verde y Pisco Acholado, proceden de hasta ocho tipos de uvas pisqueras: Quebranta, Negra Criolla, Mollar, Italia, Moscatel, Uvina, Albilla y Torontel. Todos los piscos sirven desde para tomarlos puro o preparar cócteles, hasta para cocinar. Un fascinante mundo por descubrir.