El solsticio de verano ocurre cuando el Sol alcanza la máxima declinación (mínima en el solsticio de invierno desde el hemisferio norte), proyectando su luz sobre la máxima latitud geográfica en la Tierra.
Este año tal circunstancia se producirá este martes, 21 de junio, a las 09.13.48 UTC. La estación durará 94 días, hasta que se produzca el equinoccio de otoño el 23 de septiembre, informa el Observatorio Astronómico Nacional.
El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más boreal.
El día en que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27′) y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia; a esta circunstancia se la llama también solsticio de verano. En este instante en el hemisferio sur se inicia el invierno.
El día del solsticio de verano corresponde al de mayor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más pronto y aquél en que se pone más tarde. Un hecho circunstancial no relacionado con las estaciones se da también en esta época: el día del afelio, es decir, el día en que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año.
Es este mayor alejamiento al Sol la causa de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano (según la conocida como segunda ley de Kepler) y por lo tanto la duración de esta estación sea mayor que otras. / Europa Press