Un juez ha ordenado este jueves prisión preventiva a los seis detenidos acusados de asesinato por la muerte a tiros del candidato a la Presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio.
Las seis personas detenidas en Ecuador por su presunta participación en el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio forman parte de un grupo organizado y tienen nacionalidad colombiana, según los últimos datos facilitados por el Gobierno, que ha prometido seguir trabajando para depurar tanto la responsabilidad material como intelectual de un crimen que ha enlutado al país sudamericano a poco más de una semana de las elecciones.
La Fiscalía de Ecuador ha informado de la instrucción del juez, que ha tenido lugar después de que tuviera lugar la formulación de cargos contra los detenidos, tendrá una duración de 30 días.
Dos de los detenidos habían sido vistos en el lugar del ataque, ocurrido el miércoles tras un mitin electoral en Quito y ante alrededor de un centenar de personas. Todos los sospechosos habían sido arrestados «durante redadas ejecutadas» en dos distritos de la capital.
El tiroteo se saldó además con nueve heridos, entre los que hay tres miembros del equipo de seguridad responsable de custodiar a Villavicencio, mientras que uno de los sospechosos falleció tras ser alcanzado en un intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad en una persecución.
Este organismo también ha aclarado que el sospechoso fallecido había sido resultado herido antes de su detención, cuando fue trasladado por agentes de la fuerza de seguridad a la Unidad de Flagrancia en Quito. Tenía signos vitales bajos y su muerte fue confirmada por una ambulancia.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha decretado el estado de excepción en todo el país durante 60 días, lo que amplía los poderes de las principales fuerzas de seguridad, incluido el Ejército. El ministro de Defensa, Luis Lara, ha comparecido también ante los medios para subrayar que «las Fuerzas Armadas brindarán la seguridad para la realización de los comicios» y prometer «mano dura»./ Europa Press