El artista Alejandro Sanz ha apelado a la asignatura de «la alegría» que no se imparte «en ninguna universidad del mundo» en su discurso tras ser investido doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz durante un acto celebrado en el salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de Algeciras.
Su discurso en este acto, que ha estado presidido por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el rector en funciones de la UCA, Francisco Piniella, ha versado sobre la alegría como «condimento indispensable para cualquier cosa fundamental», entre ellas, aprender, que la ha considerado «la más importante».
«Más allá de la inquietud que nos puedan crear los retos de la vida, está la actitud con la que afrontamos el aprendizaje», ha manifestado Sanz en una intervención en la que no ha faltado el recuerdo a otro doctor Honoris Causa de la UCA, el guitarrista Paco de Lucía.
«Son tantos los motivos que hasta pudor me da a pensar en uno solo. Hoy hablan de los diferentes toques en la guitarra, de las diferentes escuelas, de la escuela de Jerez, de la de Algeciras, pero les diré una sola cosa, Paco está en todas las guitarras, ya estaba en la primera guitarra que me dio mi padre», ha manifestado sobre el maestro algecireño.
Alejandro Sanz también ha hablado del llamado síndrome del impostor, algo que ha reconocido sentir «muchas veces», para dirigirse «a los más jóvenes» y aseverar tajante que «no hay nada que te llegue que en realidad no merezcas».
Según sus palabras, «la vida da muchas vueltas» y aunque «hay gente que se merece todo y no consigue lo que quería», eso, ha asegurado, «no quiere decir que no lo merezcas». «Si siempre avanzas, estudias, escuchas y vives con alegría, tendrás muchas más oportunidades, porque la vida es lo que sientes y lo que haces sentir y a eso no nos gana nadie», ha apostillado.
No obstante, ha dejado claro que no todo es alegría porque entonces «nada lo sería» y ha animado a aprender «de los momentos más graves» que suceden «hasta que la dificultad se doblegue y el viento de la vivacidad, poco a poco, primero como brisa y luego como un levantazo de esos de los nuestros, lo llene todo de nuevo como un hormigueo en nuestros muslos».
«La tristeza y la preocupación sólo pueden ser un trampolín para nuestras dos mitades», ha relatado, para apuntar a los pies como esa parte que está «unida siempre al suelo, a la raíz, la cultura y la historia» y a la cabeza como esa otra parte que permanece «siempre flotando mirando al horizonte». «Nuestros pies para avanzar y nuestra cabeza para saber a dónde vamos, para soñar», ha defendido.
También ha señalado a la importancia de «elegir bien» porque hay «muchas posibilidades» de error, aunque ha especificado que si tiene que elegir, «prefiere equivocarse con una guitarra en la mano».
El artista español ha hecho alusión también a su discurso cuando recibió este mismo nombramiento por la Universidad de Berklee, en Boston (USA) en 2013. Entonces afirmó que «la música era matemática, pero la matemática no era música», unas palabras que ha querido matizar en este día de emociones, al entender que «desde un punto de vista poético», esta asignatura «también es música» como lo es «la ciencia, la historia, la ingeniería o la medicina».
«Todas requieren de cierto ritmo, de cierta armonía, de cierta apuesta por la belleza y la revelación de la iluminación, de la magia de lo que está más allá, de lo que parece posible o probable, porque en la música hay una necesidad de lo académico y del estudio, una pasión comparable a la de los que dedicáis vuestra vida a la búsqueda del conocimiento», ha argumentado.
Sanz también ha tenido una palabras para agradecer a Algeciras, la ciudad natal de su padre, a Cádiz, a Andalucía, España, Europa y hasta «a Marte», arrancando las risas del público asistente a este acto, además de brindar parte de su discurso a «la música del conocimiento, del esfuerzo y de la curiosidad», a las universidades de todo el mundo y esa gente que «estudia sin recursos, en sitios donde sobrevivir ya es un logro».
«Se lo dedico a los que con un lápiz hacen arte, con una pizarra hacen estudiantes y con una guitarra cuentan historias», ha declamado para apuntar acto seguido a «lo bello de vivir buscando siempre una nota, un número, una ecuación, una estrella o un detalle que nos salve con alegría. La alegría de vivir con la pasión por delante».
Casi al final de su intervención, Sanz ha reconocido «equivocarse» al decir que la matemática no era música porque «existe mucho ritmo en la matemática, mucha armonía y mucha poesía, lo que pasa es que yo no la veía, como tantas otras cosas que se nos revelan según va pasando el tiempo», concluyendo casi como empezó, con un «viva la alegría».
La Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de Algeciras ha acogido este jueves el acto de investidura al cantante Alejandro Sanz como doctor Honoris Causa, quien ha tenido a la directora de esta escuela, la profesora doctora Paloma Cubillas como madrina del prestigioso músico español, uno de los autores contemporáneos de mayor relevancia en el ámbito internacional.
Paloma Cubillas ha sido la encargada de recordar los méritos de Alejandro Sanz para recibir esta distinción, así como su «fuerte» vinculación con la provincia de Cádiz, donde ha pasado «veranos» entre Alcalá de los Gazules y Algeciras, siendo además Hijo Adoptivo de ambos municipios, además de Hijo Predilecto de la provincia de Cádiz, un reconocimiento otorgado por la Diputación en este 2023.
Además, ha señalado a su «brillante trayectoria musical», siendo uno de los artistas latinos «más reconocidos e influyentes a nivel internacional» y el artista español con mayor número de premios Grammy. Cubillas ha apuntado también al hecho de que Sanz sea compositor y autor de todas sus canciones, y a su participación en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021.
Tras esta intervención, se ha procedido al acto en sí, en el que Alejandro Sanz «ha jurado y prometido» ante el rector de la UCA su «dedicación» al servicio de las artes «enalteciéndose con todas sus fuerzas», para recibir el birrete que le confiere como doctor Honoris Causa así como el libro de las ciencias, el anillo de la antigüedad, una medalla y unos guantes, insignias todas ellas otorgadas por la UCA./ Europa Press