En un nuevo estudio del Centro Médico de la Universidad de Hanyang, Corea, con más de 50.000 adolescentes coreanos, ha demostrado que aquellos que usaban un teléfono inteligente durante más de 4 horas al día tenían tasas más altas de salud mental adversa y uso de sustancias.
Investigaciones anteriores han demostrado que el uso de teléfonos inteligentes entre los adolescentes ha aumentado en los últimos años y que este uso puede estar asociado con un mayor riesgo de problemas de salud, como trastornos psiquiátricos, problemas del sueño, problemas relacionados con los ojos y trastornos musculoesqueléticos.
Sin embargo, cada vez hay más pruebas que sugieren que al menos algo de uso diario de Internet puede estar asociado con una mejor salud física y mental de los adolescentes. Para profundizar la comprensión de la relación entre el uso de teléfonos inteligentes por parte de los adolescentes y la salud, Jin-Hwa Moon y Jong Ho Cha y sus colegas analizaron datos de más de 50.000 adolescentes participantes en la encuesta en curso basada en la web sobre comportamientos de riesgo de los jóvenes de Corea recopilada en 2017 y 2020.
Los datos incluyeron el número aproximado de horas diarias que cada participante pasó en un teléfono inteligente, así como diversas medidas de salud. El análisis estadístico empleó el emparejamiento por puntuación de propensión para ayudar a tener en cuenta otros factores que podrían estar relacionados con los resultados de salud, como la edad, el sexo y el nivel socioeconómico.
Los investigadores encontraron que en 2020, el porcentaje de adolescentes en el estudio que usaron un teléfono inteligente más de 2 horas por día fue del 85,7 por ciento, frente al 64,3 por ciento en 2017. Los adolescentes que usaron un teléfono inteligente durante más de 4 horas por día tuvieron tasas más altas de estrés, pensamientos suicidas y uso de sustancias que aquellos con un consumo inferior a 4 horas por día. Sin embargo, los adolescentes que usaban un teléfono inteligente entre 1 y 2 horas al día encontraron menos problemas que los adolescentes que no usaban ningún teléfono inteligente.
Los autores, que han publicado en la revista de acceso abierto ‘PLOS ONE’, señalan que este estudio no confirma una relación causal entre el uso de teléfonos inteligentes y los resultados adversos para la salud. No obstante, los hallazgos podrían ayudar a informar las pautas de uso para los adolescentes, especialmente si el uso diario continúa aumentando.