Este domingo ha sido clausurada indefinidamente la Embajada de México en Ecuador tras la ruptura de relaciones anunciada por México después de que efectivos de la Policía y de las Fuerzas Armadas ecuatorianas irrumpieran en la sede diplomática para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, a quien México había concedido asilo político.
Los funcionarios han partido a las 10.05 desde Quito en un avión comercial que ha llegado al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a las 12:17 horas.
«Agradecida por el acompañamiento de embajador@s de Alemania, Panamá, Cuba, Hondruas y el presidente de la Cámara Ecuador-México (Luis Alberto Chiriboga). Nuestro personal diplomático deja todo en Ecuador y regresa a casa con la frente y el nombre de México en alto tras asalto a nuestra Embajada. Gracias amigos y aliados x su solidaridad», ha publicado en X, antes Twitter, la ministra de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena.
Más tarde, una vez con los trabajadores de la Embajada en tierra, Bárcena ha felicitado a este personal «por defender, incluso arriesgando su propia integridad física, nuestra embajada en Quito».
NI PINOCHET
«Ni el dictador (Augusto) Pinochet se había atrevido a ingresar a la embajada de México en Chile. Ingresaron con violencia y sin autorización, agrediendo físicamente y por esta razón y por instrucciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, decidimos romper relaciones con el gobierno del Ecuador y lo condenamos enérgicamente», ha destacado.
Bárcena ha destacado que 18 países de América Latina, 20 de Europa, la OEA y otras organizaciones han manifestado su apoyo a México y ha recordado que el Gobierno mexicano acudirá este mismo lunes a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), así como a la ONU y otras instancias «para que se condene por toda la comunidad internacional».
Por su parte, la embajadora de México en Ecuador, Raquel Segura, ha declarado que «el Gobierno de Ecuador es un gobierno que improvisa, no conocen su propia historia, creyeron que el Estado mexicano actuará como ellos lo harían, pero no somos iguales». Acompaña a Segura el jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de México en Ecuador, Roberto Canseco Martínez, cuya oposicion física al asalto ha tenido repercusión mediática por la difusión de vídeos del diplomático forcejeando con militares ecuatorianos.
Canseco ha llegado a suelo mexicano con un collarín. «Cuando nos dimos cuenta de que estaban entrando a la embajada no pensé. Actué simplemente para tratar de detener lo que estaba pasando adentro de la embajada y lo que se vio públicamente fue la continuidad del intento de que esto no hubiera pasado», ha relatado, según recoge ‘El Universal’.
Previamente México había informado de la salida de 18 trabajadores de la Embajada a través del Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Al aeropuerto han acudido otros representantes diplomáticos como los de Chile o Perú para despedirlos.
RIESGO DE FUGA
La ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, alegó el «riesgo de fuga» de Glas como justificación de la invasión en la Embajada mexicana. Glas se encuentra ya ingresado en una prisión de máxima seguridad de Guayaquil.
El que fuera presidente de Ecuador durante el mandato de Glas, Rafael Correa, ha respondido a Sommerfeld. «Canciller: ¿no le da vergüenza? ¿Se da cuenta de lo absurdo de su mentira? Inmediatamente después de recibir el asilo, ¿por qué Glas querría entonces ‘fugar’?», ha apuntado Correa en su cuenta en X.
«Por si acaso, para que se ilustre un poquito: ni el supuesto ‘riesgo de fuga’ es argumento para la salvajada que han hecho, y que ha puesto al Ecuador como el país de la barbarie», ha añadido el líder histórico del partido Revolución Ciudadana. «Más temprano que tarde tendrá que responder por tanta infamia y deshonra nacional», ha advertido.
La irrupción en la Embajada ha sido condenada por la mayoría de países americanos, tanto por gobiernos afines a México –Nicaragua, Cuba, Colombia, Venezuela, Brasil o Chile– como por Estados Unidos, Argentina o Perú.