Varios líderes de centro y sur del continente americano han salido al paso de los resultados electorales en Venezuela, donde el recuento provisional al 80 por ciento concede la victoria al presidente Nicolás Maduro con algo más de la mitad de los votos, y han expresado sus dudas por el recuento.
Una de las voces más críticas ha sido la del presidente de Chile, Gabriel Boric, quien considera que los resultados en Venezuela «son difíciles de creer» y ha advertido de que su Gobierno no reconocerá «ningún resultado que no sea verificable».
«El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el Gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable», ha señalado.
El ministro de Exteriores chileno, Alberto van Klaveren, ha aclarado que se abstendrán de reconocer cualquier resultado que no sea verificable porque creen «que es importante esperar la opinión de los observadores internacionales, así como el examen de todas las actas, que deberán ser revisadas por la oposición».
Tras estas declaraciones, el jefe de la diplomacia venezolana, Yvan Gil, ha afirmado que la «incompetencia» de Boric «es la causa de desconocer que los hijos de Bolívar y de (Hugo) Chávez no» necesitan su «devaluado reconocimiento». «Aquí sí derrotamos el fascismo con votos y con apoyo popular, y además somos libres de tutelajes, cosa que lastimosamente su Gobierno no puede decir jamás. ¡Ocúpese de sus problemas! Acá ganamos, defendemos el triunfo y celebramos como verdaderos revolucionarios», ha aseverado.
Las críticas al proceso electoral venezolano también han llegado desde Perú. El ministro de Exteriores andino, Javier González-Olaechea, ha condenado «en todos sus extremos la sumatoria de irregularidades con voluntad de fraude por parte del Gobierno de Venezuela».
Además, «ante los muy graves anuncios oficiales de las autoridades electorales venezolanas», las autoridades de Perú han llamado a consultas a su embajador en Caracas, según ha expresado el propio González-Olaechea en sus redes sociales.
En el caso de Guatemala, el presidente Bernardo Arévalo, ha aseverado que «Venezuela merece resultados transparentes, certeros y apegados a la voluntad de su pueblo». «Recibimos con muchas dudas los resultados anunciados», ha expresado un Arévalo que defiende la relevancia de «los informes de las misiones de observación».
En la misma línea, el jefe de Estado uruguayo, Luis Lacalle Pou, ha lamentado que «era un secreto a voces» que el chavismo se impondría en los comicios tras un proceso electoral «viciado» desde el primer momento. «No se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a él», ha dicho.
El presidente de República Dominicana, Rodrigo Chaves, ha «repudiado categóricamente» la proclamación de Maduro como presidente de Venezuela, al considerarla «fraudulenta». «Trabajaremos con los Gobiernos democráticos del continente y los organismos internacionales para lograr que se respete la voluntad sagrada del pueblo», reza un comunicado.