Esta es una de las conclusiones del Informe anual de monitorización del discurso de odio en redes sociales del año 2023, elaborado por el Observatorio Español del Racismo y la Seguridad (OBERAXE) y aprobado este martes en Consejo de Ministros.
«Estos datos resultan especialmente alarmantes al agravio que ya de por sí supone un discurso racista y de odio contra la población migrante», ha advertido la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que ha presentado el informe en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La publicación del discurso de odio que realiza el OBERAXE consiste en la búsqueda diaria, en la recopilación, en el análisis y la notificación de contenidos de discursos de odio que tengan una motivación racista, xenófoba, islamófoba, antisemita, antigitana y que hayan sido publicados en cinco plataformas de las redes sociales: Facebook, Instagram, TikTok, YouTube o X.
Los datos obtenidos muestran que las cinco plataformas monitorizadas retiraron menos de la mitad del contenido que se les notificó en 2023, un 49,4% de los contenidos reportados que podían ser constitutivos de delito, de infracción administrativa o que violaban sus propias normas de conducta en Internet.
«Los reportes del potencial discurso de odio que hace la ciudadanía como usuarios normales tienen pocas posibilidades de ser retirados», ha asegurado la ministra, que ha reclamado una colaboración «aún más extensa» con las plataformas para «actuar de forma implacable» contra los discursos de odio.
En cuanto a las categorías diana, Saiz ha detallado que las personas originarias del norte de África, seguido de la islamofobia, son los dos colectivos a los que más contenido de odio se dirige, con un total del 33,7% y 26,2%, respectivamente.
La ministra ha explicado que esto afecta principalmente a la población de origen marroquí, que es la segunda nacionalidad extranjera más numerosa en España, con 787.317 personas residiendo en el país.
En el 37% de los contenidos monitorizados y reportados se deshumaniza o degrada gravemente a las personas a las que va dirigido y en un 21,6% se incita a la expulsión del colectivo migrante.
«La inseguridad ciudadana constituye el desencadenante más frecuente del discurso de odio observado en un 39,5% de los casos y generalmente se vincula de manera injustificada a grupos diana», ha lamentado Saiz.
AMBIENTE HOSTIL HACIA DETERMINADOS GRUPOS DE LA POBLACIÓN
El informe señala que la expresión del discurso de odio que más se asocia al episodio prototípico de inseguridad ciudadana es el discurso agresivo explícito, en un 43,3% de los casos. «Esta estigmatización, tal y como recoge el informe, lo que genera es un ambiente hostil y un resentimiento hacia determinados grupos de la población que puede arrastrarnos a una mayor fragmentación y al conflicto social», ha alertado.
Los principales hallazgos de la monitorización del OBERAXE muestran que se produce de «manera impune» un discurso de odio que tiene como objetivo generar temor a la ciudadanía y normalizar la idea de que hay personas y grupos de población que «son peligrosos y sin valor como seres humanos, lo que favorece la incitación a la violencia y a la intolerancia».
«La cultura del discurso de odio que se propaga por las redes sociales tiene un impacto devastador para los colectivos más vulnerables de la sociedad. Los discursos de odio privan a las personas que los sufren, les privan de su humanidad y las culpabilizan de su destino», ha indicado Saiz.
La ministra ha remarcado que los mensajes negativos «tienen un impacto psicológico y físico, produciendo en ocasiones patología, aumentan su vulnerabilidad y la sensación de inseguridad y desarrollan el derecho a la violencia y dificultan el desarrollo normal de sus vidas».
Ante estos datos, el informe recomienda avanzar en una contranarrativa e impulsar de manera decidida el rechazo a estos discursos, y apela a la responsabilidad por parte de las plataformas para eliminar estos discursos en el tiempo adecuado para que no se viralicen.
El documento insta a seguir trabajando en políticas para la integración social de las personas migrantes con políticas de desigualdad, «que aseguren su protección de la dignidad y de los derechos de todas las personas».
«Lamentablemente, el discurso de odio no se queda en las redes sociales, sino que representa una amenaza en la vida real para los colectivos a los que se dirige y atenta contra la cohesión, contra la igualdad y contra el respeto de nuestra sociedad», ha manfiestado Saiz.
La ministra ha asegurado que desde el Gobierno van a ser «absolutamente contundentes, rotundos, frente a los discursos de odio».
En este contexto, Saiz ha criticado que el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha «seguido alimentando bulos» con los también llamados menores extranjeros no acompañados. «Bulos absolutamente injustificados y absolutamente intolerantes y en una cuestión tan importante como esta apelo a su corresponsabilidad también y a unos discursos que en modo alguno abracen ningún mensaje xenófobo», ha concluido.
